El pasado 11 de enero de 2025, los salones del emblemático castillo de Vaduz, situado en el corazón de Liechtenstein, se engalanaron para acoger una de las citas más destacadas en el calendario social y político del principado: la recepción de Año Nuevo organizada por la familia principesca. Este evento, que se ha convertido en una tradición profundamente arraigada, reunió a personalidades de renombre del ámbito diplomático, político y empresarial.
Una Tradición de Prestigio
El príncipe Hans-Adam II de Liechtenstein, junto a su hijo, el príncipe heredero Alois, y la princesa heredera Sofía, fueron los anfitriones de esta significativa ocasión. Este acto anual no solo refleja la unidad de la familia principesca, sino también su compromiso con los valores tradicionales y la diplomacia.
Invitados Ilustres
Entre los distinguidos asistentes, destacó la presencia del presidente del Parlamento de Liechtenstein, Albert Frick, quien desempeña un papel fundamental en el ámbito legislativo del país. Además, numerosos representantes del cuerpo diplomático, así como líderes de la administración pública y del sector empresarial, también participaron en este encuentro que marca el inicio del nuevo año.
El Escenario: El Castillo de Vaduz
El castillo de Vaduz, residencia oficial de la familia principesca, fue el marco perfecto para este evento. Con su majestuosa arquitectura y su posición privilegiada sobre una colina que domina la capital, este lugar histórico simboliza la historia y el legado del principado.
Un Evento Cargado de Simbolismo
La recepción de Año Nuevo no solo es un acto social, sino también una ocasión para reforzar los lazos entre las instituciones del país y la familia principesca. Además, este encuentro subraya la importancia del diálogo y la cooperación entre los distintos sectores que contribuyen al desarrollo de Liechtenstein.
Melissa Reginald es una experta en Casas Reales, y a la que muchos consideran como la Jaime Peñafiel en la sombra. Poco amiga de los medios audiovisuales porque siempre ha sido muy celosa de su intimidad. Sabe mucho. Habla lo justo.
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