Una tradición anual en el Palacio Imperial
El día 1 de enero de 2025, el emperador Naruhito y la emperatriz Masako llevaron a cabo la tradicional recepción de Año Nuevo en el majestuoso Palacio Imperial de Tokio. Este evento, que se celebra anualmente, reunió a figuras destacadas del gobierno japonés, del poder judicial y representantes del cuerpo diplomático acreditado en Japón.
Una ocasión de gran relevancia
En esta solemne reunión, el emperador Naruhito, junto con la emperatriz Masako, se presentaron como los anfitriones principales. Ambos fueron acompañados por miembros destacados de la familia imperial, entre ellos la princesa Aiko, el príncipe heredero Akishino, la princesa heredera Kiko y la princesa Kako. La recepción, marcada por el protocolo y el simbolismo, destacó como un momento clave para reafirmar los lázos diplomáticos y mostrar gratitud hacia las instituciones que contribuyen al desarrollo y estabilidad del país.
La ausencia de las familias Mikasa y Takamado
Un detalle notable de este año fue la ausencia de las familias Mikasa y Takamado. Ambas ramas de la familia imperial decidieron no asistir debido al reciente fallecimiento de la princesa Yuriko, quien fue una figura respetada y querida dentro de la realeza japonesa. Este acto de luto reflejó la importancia que la familia imperial otorga a las tradiciones y al respeto hacia sus miembros.
Un mensaje de esperanza para el futuro
Durante la recepción, el emperador Naruhito compartió palabras de esperanza y unidad para el próximo año. Su discurso subrayó la importancia de la colaboración internacional y el compromiso con los valores tradicionales japoneses en un mundo en constante cambio. Por su parte, la emperatriz Masako, conocida por su elegancia y dedicación, destacó en su papel como embajadora cultural de Japón, reforzando la imagen de una monarquía moderna y conectada con su pueblo.
Melissa Reginald es una experta en Casas Reales, y a la que muchos consideran como la Jaime Peñafiel en la sombra. Poco amiga de los medios audiovisuales porque siempre ha sido muy celosa de su intimidad. Sabe mucho. Habla lo justo.
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