Son dos de las frutas que llegan con el calor y su temporada se limita al verano, lo que las hace más deseadas y consumidas. Ahora, elegir el ejemplar que está en su punto será más sencillo con estos consejos.
Estamos en época de melones y sandías. Estas frutas veraniegas por excelencia tienen un gran tamaño y, aunque se venden cortadas, es mejor comprarlas enteras siguiendo esta pequeña guía.
Melones
Cuando esté en su punto, el melón tiene un olor dulce y delicado. Si huele muy dulzón estará pasado y, si no tiene ningún olor, estará verde. Al presionar el extremo opuesto a la mata, este debe ceder 1 o 2 milímetros.
También puedes coger el melón entre las manos y agitarlo un poco; si suena a chapoteo en su interior, no lo compres, ya que habrá empezado a estropearse. Vigila también que la piel esté intacta, sin golpes, y si tiene una zona más clara, debe ser amarilla; si es verdosa, es que ha sido cortado antes de tiempo.
Sandías
Al golpearla con los nudillos debe sonar a hueco, que significaré que tiene una gran cantidad de agua y estará en su mejor punto de maduración. Algo parecido pasa con su peso, debe ser una pieza pesada en relación con su tamaño porque indicará que está cargada de agua.
Comprueba también que la parte de la cáscara que ha estado en contacto con el suelo sea de color amarillo.
Redactora de GATITAROSA.COM Experta en nutrición y dietética. Actualmente, lleva la sección de alimentación y nutrición de la revista.
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