Noche de jueves fría en Barcelona. Pero eso no fue un pretexto para que las fans más incondicionales de este segundo boom de Operación Triunfo acudieran a ver a Ana Guerra. Niñas de entre 8 y 12 años que no vivieron la primera edición del programa musical, pero que ahora acuden con sus madres, que probablemente si que vivieron el salto a la fama de David Bisbal y compañía, para ver a la cantante canaria.
Salió Ana Guerra, con ni media entrada vendida, en las improvisadas gradas del Real Club de Polo de Barcelona para este Caixabank Polo Music Festival. Pero pese a ello, la canaria hizo disfrutar a un público familiar con su álbum debut, Reflexión (Universal, 2019). Un show que se convirtió en un viaje emocional con diferentes estados, con momentos para el baile y la alegría, pero sin dar la espalda a canciones íntimas o a la reflexión y hasta alguna lágrima que otra.
En el concierto de Ana Guerra no faltaron éxitos bailables como Lo malo, Ni la hora o Bajito, alternados con algunas versiones de Rosana, Rozalén, Celia Cruz o Camila Cabello. Y dos duetos muy especiales, con su ex profesor Manu Guix y su ex compañera de Operación Triunfo, Nerea.
En Lifestyle hemos conversado con Ana Guerra para hacer balance de momento que está viviendo:
– Un concierto muy especial en el Polo de Barcelona compartiendo cartel con Pablo López, Luz Casal o David Bisbal.
Es un cartel que cuando me lo presentaron me dio mucho respeto porque yo soy una gran admiradora de todos los artistas que van a pasar por el festival, compartes cartel, compartes escenario, me da mucho respecto… Pero al final pienso, es que no se hacer otra cosa y quiero crear el mismo aura. Solo quiero subirme y ser yo misma. De Pablo López aprendí cómo creaba la intimidad con el público, abre su corazón y de verdad sientes que el escenario es su casa.
– Y antes de aterrizar en Barcelona, viene de triunfar en la Feria del libro de Madrid.
Siempre digo lo mismo, que no me siento escritora y que respeto mucho a la gente que sí que lo es. Pero la editorial me lo propuso, contar mi historia, me atreví y me lance a la piscina que es lo que siempre hago. Estoy muy contenta que la gente lo haya entendido. Solo quería que la gente que compara el libro me conociera un poquito más, como si tomáramos un café juntos y les explicara mi vida.
– Viendo como se le iluminan los ojos, en una na escala de felicidad, ¿cuánto es de feliz Ana Guerra en este momento?
Es una locura, estoy súper agradecida. A veces lo digo, que no se como agradecerle a la vida todo lo que me da, estoy feliz. Durmiendo poco, pero soñando mucho.
– Cómo está viviendo este inicio de gira en solitario después de haber compartido conciertos con otros artistas o compañeros.
Era un momento que esperaba un montón, porque me encanta ir a los eventos con las radios pero se me hacía un poco corto eso de cantar dos o tres canciones y bajarme. No te daba tiempo a crear un vínculo fuerte con el público. Ahora si que puedo contar una historia, empiezas con nervios, pero luego se rompe y te ríes y lloras…Está siendo muy intensa, eso sí.
– Reflexión… ¿Ana Guerra tiene tiempo de pararse y reflexionar todo lo vivido en los últimos dos años?
Me dices esto hace un año y te digo ni de broma, pero poco a poco te vas haciendo una idea y dices ‘wow’ esto de verdad me está pasando a mi. Hubo un momento que vivía mi vida como una espectadora, me parecía que era una tercera persona que la estaba viviendo. Y ahora, que ya más o menos me creo lo que me está pasando, sigo flipando y digo…¡qué maravilla! Algo bueno tuve que hacer en otra vida (se ríe).
– En su libro explica que rechazó una canción para su disco de alguien muy conocido porque no estaba de acuerdo con la letra…
Llegué a la compañía y por el poco tiempo que tenía para prepararlo iban llegando canciones… Llegó una de un gran compositor pero que denigraba a la mujer en su letra, les pregunté si podía cambiar la letra y me dijeron que no. Entonces dije que lo sentía un montón pero no, por bandera mis principios siempre. No hubiera podido defender ese tema como mio en los medios ni en los conciertos.
– Y hablando de sus principios, ¿ya entiende que la gente se interese por su vida privada?
Si hay un interés por parte de los medios por sacar nuestra vida privada es porque hay un interés del público… Pero no lo entiendo porque yo no consumo esta información, ni me importa la vida privada de nadie.
La Razón
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