Un drama materno de proporciones épicas
¡Amigos y amigas de la crónica rosa, agárrense que vienen curvas! Esta edición de Gran Hermano no deja de sorprendernos, y lo que en un principio parecía una temporada tranquila, se ha convertido en el epicentro de dramas familiares, celos desbordados y, cómo no, madres dispuestas a darlo todo por sus retoños.
Si pensábamos que el protagonismo de las mamás en el reality show iba a quedar relegado a los típicos comentarios “yo no sé cómo lo hace mi hija, es un amor”, estábamos totalmente equivocados. ¡Y qué equivocados estábamos! En esta ocasión, las madres de Nerea y Luis, quienes en un principio se habían llevado como unas auténticas consuegras bien avenidas, estuvieron a punto de liarse a tortas en pleno plató. ¡Sí, han tenido que separarlas como si fueran dos adolescentes fuera de control! El espectáculo fue tan grande que incluso Jorge Javier Vázquez tuvo que intervenir para salvar la cordura del programa.
La relación de Nerea y Luis: ¿amor o guerra de egos?
Si algo no falta en Gran Hermano es la confusión amorosa. Nerea y Luis, dos jóvenes que en teoría deberían estar disfrutando de su relación, han demostrado que lo suyo es más bien una bomba de relojería emocional. La pobre Nerea, como no podía ser de otra manera, sigue demostrando que los celos son su pan de cada día. El detonante de la última crisis fue tan absurdo como una escena de novela barata: Laura, una concursante amiga de Luis, decide ayudarlo poniéndole unos tirantes (¡oh, Dios mío! ¡El crimen de los crímenes!), y a Nerea no le hace ni pizca de gracia. Claro, la pobre no se da cuenta de que está cavando su propia tumba emocionalmente y lo que podría haber sido una charla relajada se convierte en un drama digno de una telenovela de las de antes.
Para completar el panorama, Maica (la amiga de Luis) decidió meter su cucharada de veneno, como si estuviera en una película de suspense. Y claro, con la crisis desatada, la relación entre Nerea y Luis se hizo añicos, como es costumbre. Pero si creen que eso es todo, ¡esperen! La situación no quedó ahí.
Las madres de Nerea y Luis: la guerra comienza
Hasta este momento, todo parecía bastante normal, dentro de lo absurdo de la situación. Pero ahí es cuando las madres de los chicos, que hasta hace poco se llevaban fenomenal (como consuegras del año), decidieron entrar en la guerra de los nervios. Primero fue Natalia, la madre de Luis, quien se atrevió a soltar que Nerea no podía seguir viendo a su hijo como “una plastilina”, es decir, alguien al que moldear a su antojo. ¡Qué sutil! Claro, Milagros, la madre de Nerea, no se quedó callada y saltó defendiendo a su hija, alzando la voz y poniéndose más seria que un discurso de política. Y así comenzó la pelea, que acabó en un enfrentamiento más épico que cualquier final de temporada de Gran Hermano.
¿El colmo? Las madres a punto de despelucarse
Lo que pasó después fue aún más surrealista. En pleno programa, cuando Jorge Javier Vázquez hacía su habitual pausa publicitaria, se desató el caos. Milagros y Natalia se fueron de la lengua como si estuvieran en una fiesta de amigas, pero claro, olvidaron que estaban en vivo y ante millones de espectadores. “No me provoques”, le gritaba Milagros a Natalia, pero la respuesta de la madre de Luis fue aún más fuerte: “Eres una falsa”. ¡Ahí es cuando las cosas tomaron un giro inesperado! Entre gritos y acusaciones, Jorge Javier, en su faceta más cómica y desesperada, tuvo que pedir que las separaran porque casi se despelucan (sí, han tenido que llamar a refuerzos, hasta el hermano de Maica tuvo que intervenir). ¡La situación era tan tensa que parecía un episodio de la serie más explosiva del año!
Jorge Javier Vázquez, el salvador del día
Como buen anfitrión, Jorge Javier Vázquez tuvo que hacer de mediador y calmar a las fieras. Él mismo reveló que durante la publicidad, las madres estuvieron a punto de irse a las manos, y que todo fue por las tensiones acumuladas. En palabras de Jorge Javier: “En plató hemos tenido que separar a Milagros y a Natalia porque durante la publicidad estuvieron a punto de despelucarse”. ¡El drama no tiene límites!
Entre gritos y reproches, Milagros acusó a Natalia de ser una “falsa” y de haberse comportado de manera hipócrita durante las visitas familiares en el programa. La madre de Luis, por su parte, no dudó en darle un buen toque de atención a su “consuegra”, diciéndole que si expulsaban a su hija, sería culpa de Milagros. Y, claro, las cosas no se quedaron ahí. El intercambio de “falsas” y “barriobajeras” continuó a ritmo de telenovela, pero sin un final feliz a la vista.
Las palabras finales de la pelea
La pelea culminó cuando Milagros acusó a Natalia de haber sido muy falsa al no decirle a su hija lo que pensaba sobre su relación con Luis. La madre de Nerea le recriminó que, durante la visita familiar, la abrazó y no fue capaz de ser sincera. A lo que Natalia respondió con un: “Tu hija ya se está hundiendo sola”, dejándonos a todos con la boca abierta. ¡Esas sí que son palabras de guerra!
La loca más divertida de la redacción de GATITAROSA. Rosa… muy rosa… y alocada nuestra nueva incorporación. Redactora de “Supervivientes 2023” y otros cotilleos televisivos.
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