La locutora presenté su programa tras estar cuatro meses alejada de las ondas para tratarse del cáncer de colon que padece. «Me he sentido acompañada, arropada y querida», confesó.
Julia Otero regresa en plena forma
Los oyentes de Julia en la Onda, en Onda Cero, se llevaron una gran sorpresa el pasado 21 de junio cuando al comenzar el programa escucharon la voz de Julia Otero (62) explicando que ese día era una «suplente ocasional», ya que la actual conductora había tenido una «urgencia familiar». Aunque solo fuera por una tarde, la gallega volvía al programa que lleva su nombre y del que ha estado apartada cuatro meses para tratarse de un cáncer de colon que le detectaron en una revisión rutinaria. Lo hacía en plena forma, arrancando cuatro horas de radio «con una declaración de amor». «Es lo que tenemos los enfermos, que somos unos consentidos», comentaba con el sentido del humor que la caracteriza para agradecer las muestras de apoyo y cariño que ha recibido durante su convalecencia. «Me he sentido acompañada, arropada y querida y, en el fondo, es lo que todos buscamos: que nos quieran», afirmó la presentadora, que se considera «una privilegiada» en este sentido. Abriendo su corazón, confesé además: «Estoy aprendiendo a no tener miedo a mostrar los sentimientos… Contar esta intimidad igual es un signo de debilidad, pero les soy sincera, me importa un pimiento», aseguraba.
OYENTES EMOCIONADOS
En Twitter, sus oyentes celebraron su vuelta mostrándole todo el cariño y apoyo que la periodista mencionaba con mensajes llenos de afecto: «Qué emoción cuando he puesto la radio y te he vuelto a escuchar»; «no he podido tener mejor regalo de cumpleaños que volverte a escuchar»; «es una alegría inmensa verte con esa energía positiva»; u «hoy es un día feliz en la radio». Muestras a las que Julia ha correspondido regresando a su programa, tal y como le recomendó su oncólogo que hiciera «entre quimio y quimio», ya que continúa inmersa en el tratamiento contra la enfermedad y siguiendo todos los consejos de sus médicos. «Estar o no estar en la radio es la medida de mi tiempo. Hoy, el calendario y la casualidad se han confabulado para regalarme cuatro horas de radio», expresaba muy emocionada antes de despedirse.
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