La hija de Harald de Noruega se siente muy cómoda en la pequeña pantalla, donde ha participado en un programa de desafíos extremos y tendré su propio ‘docurreality’ sobre su día a día.
La vida de Marta Luisa de Noruega (49) ha cambiado radicalmente en los últimos años debido a varios acontecimientos, no siempre afortunados, que la han puesto en el ojo del huracán. Primero, su divorcio; después, su polémico noviazgo con el chamán Durek Verrett (46); por último, el suicidio el año pasado de su exmarido y padre de sus hijas, el escritor Ari Behn.
Sin embargo, la primogénita de los reyes Harald (83) y Sonia (83) ha sabido capear bien los embates del destino y, gracias a su fuerza interior y al amor de su pareja y de los suyos, ha sabido renacer cuál Ave Fénix, convertida en una princesa con muchas ganas de mostrarse a los demás y con mucho que contar. Buena prueba de ello son sus dos nuevos proyectos, relacionados nada más y nada menos que con la televisión.
Por un lado, la hermana mayor del príncipe Haakon (47) está grabando un ‘docurreality’ sobre su vida, al estilo del que hicieron en su momento las Campos en nuestro país, en el que enseñará cómo es su día a día. Por otro, Marta Luisa, haciendo gala de su lado más aventurero e intrépido, ha participado en un programa de desafíos extremos -muy similar a ‘Planeta Calleja’-, que se llama ‘Completamente Harald’ y en el que acompaña a un famoso presentador del país nórdico realizando un reto que nunca se haya atrevido a hacer.
Por ahora se desconoce en qué aventura se ha embarcado la princesa, pero no falta mucho para saberlo porque ambos proyectos se emitirán muy pronto en TV 2, una de las cadenas noruegas.
Feliz y enamorada, Marta Luisa también ha hablado de su relación con Durek en una entrevista en la que ha contado lo que supuso comenzar a salir con una persona tan especial y diferente.
“Nuestro noviazgo es muy polémico. Yo debería estar con un consejero delegado, con un ‘lord’ o alguien así, de alto nivel. Estar con un chamán es algo extremadamente fuera de lo normal. Es una locura», afirma divertida.
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