Las normas están hechas para cumplirlas y los ‘supervivientes’ parecen no ser conscientes de que saltárselas casi siempre conlleva un castigo, ya sea la audiencia o la organización del programa la que actúe como verdugo. El equipo de ‘Playa Pirata’, en el que se encuentran Fabio Colloricchio, Violeta Mangriñán , Mahi Masegosa y Omar Montes, tiene terminantemente prohibido comunicarse con el ‘pirata olvidado’, o lo que es lo mismo, Jonathan, el concursante expulsado por la audiencia que se encuentra pendiente de su futuro en la soledad del Palafito. Al ser el hijo de la ex de Kiko Matamoros el único que sabe hacer fuego con dos cañas de bambú, acudieron a él para ver si lograban ‘renacer’ la hoguera.
El joven les enseñó, llegando incluso a verbalizar cómo tenían que hacerlo, algo que provocó que el ‘pirata Morgan’ se enfadara… Y es que, debido a la infracción, la organización del programa les obligó a estar atados los unos a los otros por medio de unos grilletes y hasta nueva orden, un castigo que solo podrían saltarse para ir al baño a hacer sus necesidades. Aunque todos más o menos hicieron uso de la picaresca para escapar del cautiverio, fue Violeta la que, cansada con la situación, acabó amenazando al pirata. “¡Vamos, pirata Morgan, castígame!”, exclamó la joven mientras se alejaba de sus compañeros.
“Violeta no solo se han saltado las normas, sino que además ha amenazado al pirata Morgan. Las consecuencias pueden marcar un antes y un después para algunos supervivientes”, anunció Jordi González en el último ‘Conexión Honduras’. De hecho, abrieron una votación en la web para que la audiencia contestara a la siguiente pregunta: ¿Creéis que Violeta debe ser penalizada y pasar a la Playa Abandonada?
Y claro, con semejante enunciado estaba claro que la audiencia iba a hacer de las suyas y, con el 79% de los votos, castigar a la extronista por su comportamiento. Violeta, al escuchar que iba a tener que separarse de sus compañeros, especialmente, de su querido Fabio, para pasar al equipo que tiene las peores condiciones, rompió a llorar de la impotencia y a hacer gestos de que no quería abrir la boca.
Y de gestos iba la cosa, porque cuando Jordi le preguntó qué opinaba acerca de su castigo, a Violeta no se le ocurrió otra respuesta que hacerle un corte de mangas. Sorprendido, el presentador afeó su actitud, destacando que no le pegaba hacer un gesto tan feo y recordando que tal vez a sus allegados no les gustara verla hacer algo así. Cuando cortó la conexión, el catalán intentó quitarle hierro al asunto y acabó confesando que “si me pide disculpas las aceptaré obviamente, pero no creo que lo haga”.
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