La hija de la infanta Elena ha decidido subir el nivel de dificultad de su propia prueba en directo, dejando boquiabiertos a todos en el plató. Su valentía y confianza en sí misma la han convertido en la gran protagonista de la noche.
Victoria Federica desafía los límites en la prueba de puntería

La quinta gala de El Desafío ha tenido un momento que ha dejado sin palabras a Roberto Leal y al resto del jurado. Victoria de Marichalar (24 años) se enfrentaba a una prueba de puntería que ya de por sí no era nada fácil: disparar un perdigón con una escopeta de aire comprimido para golpear una llave y abrir un candado.
“Ocho metros de distancia y tres oportunidades para que ese perdigón impacte en esta llave, la haga girar y se abra el candado”, explicaba Roberto Leal, detallando la dificultad de la prueba. “Si da y no se abre, no daremos el desafío por superado”.

Pero, cuando todo parecía listo para empezar, Victoria sorprendía a todos con una petición inesperada: “¿Puedo echarme un poco para atrás?”. Su intención era clara: quería aumentar la dificultad del reto. La sobrina de Felipe VI no se conformaba con lo estipulado y exigió que la diana se colocara más lejos. Así, la distancia inicial de ocho metros pasó a ser de doce.
El desafío extremo de Victoria Federica
El asombro de sus compañeros y del jurado era evidente. “Que el jurado lo tenga en cuenta. Esto dice mucho de la confianza en sí misma que tiene Vic“, advertía Roberto Leal. Pero la cosa no quedó ahí. Tras un primer intento fallido, Victoria logró superar la prueba con creces. No solo consiguió abrir el candado, sino que se vino arriba y decidió ir aún más lejos.

Con una sonrisa desafiante, se colocó a 25 metros y detonó una bomba. “Os vais a asustar…“, advertía divertida antes de disparar. El estruendo fue impresionante y el público enloqueció con su actuación.
El jurado, rendido ante su valentía
Los comentarios del jurado no se hicieron esperar. Juan del Val le destacó lo cerca que estuvo de hacer la prueba perfecta a la primera: “¡Qué puntería! Has estado a punto de ser de las pocas concursantes de toda la historia de El Desafío que hacías la prueba de tiro a la primera”.

Por su parte, Pilar Rubio le recordó que, de no haber aumentado la dificultad, lo habría logrado en su primer intento. “Podías haber ido a lo seguro, pero decidiste arriesgar. Eso dice mucho de ti. Es una señal de valentía y de tus ganas de destacar en el programa”.
Con su característico humor, Santiago Segura remató la valoración con un comentario que desató las risas en el plató: “Donde pone el ojo, pone la bala“.
Eduardo Navarrete sorprende a Victoria con una disculpa pública
Pero las emociones de la noche no acabaron aquí. En un giro inesperado, Eduardo Navarrete, invitado sorpresa de la gala, aprovechó su intervención para pedir perdón públicamente a Victoria.
“Voy a aprovechar este momento para pedirte disculpas porque el que no ha tenido mucha puntería he sido yo, en muchos programas en los que he trabajado diciendo cosas sobre ti”, confesaba el diseñador. “Te he conocido esta semana y eres una tía estupenda, maravillosa… Tus compañeros hablan maravillas de ti. Así que solo darte la enhorabuena y que te vaya fenomenal en este programa”.
Victoria, sin decir ni una palabra, aceptó el gesto y se fundió en un sentido abrazo con Navarrete. Un momento inesperado y emotivo que demostró que El Desafío también es un espacio para la reconciliación.

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