La vía de la influencer no es tan de color de rosa como se pueda pensar.
En este mundo todo tiene un precio, y a veces, el éxito exige pagar un peaje que no es fácil de asumir.
La vida de la familia numerosa de Verdeliss le ha dado muchas alegrías y el éxito económico, pero… ¿ a qué precio ?
Tiene casi dos millones de suscriptores en YouTube, éxito en instagram, su propio negocio en el mundo de la moda con su linea de ropa, pero todo ello exige un ritmo de trabajo abrumador que le está impidiendo disfrutar de su familia, disfrutar de la niñez de sus hijos.
Verdeliss ha compartido en su último vídeo todos sus temores y miedo por todo lo que supone la fama en las redes sociales.
“Tengo la sensación últimamente de que estoy trabajando una barbaridad”, cuenta Verdeliss con los ojos llorosos, una sensación que le quita el sueño y que no había compartido antes por “miedo al rechazo”.
“¿Sabéis qué hay peor que no tener la vida que deseas? Tenerla y verla pasar delante de tus ojos”.
Verdeliss no puede evitar llorar, sobre todo cuando su hijo le dice:
“Estás un poco triste por nosotros… Es que tú tienes mucho trabajo y no puedes estar muchos días con nosotros como papá”.
pero… ¿ MERECE LA PENA ?
“Todo lo que hago, lo hago por y para ellos y no solo quiero que crezcan felices y sanos, quiero que tengan lo mejor y eso implica mucho esfuerzo”.
“Ahora tenemos una oportunidad en la que estoy creciendo profesionalmente y esto se convierte en que tienen una gran casa y un futuro cubierto de oportunidades, pero hay una contradicción: Trabajo mucho para darles lo mejor pero al mismo tiempo, ¿cuánto de darles lo mejor es no tener presencia para ellos?“
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