EL BUEN PADRE
Un padre que se había negado a pasar la manutención por sus dos hijos solicita años después, en junio de 2012,la custodia total de su hija, no de los dos hijos, solo de su hija.
El 5 de julio la madre se entera de que su hija declarará en su contra porque desea irse a vivir con el padre, y el día 27, diez días después de ir al juzgado, esa madre es amenazada con un cuchillo y vapuleada por dos veces por su hija.
El buen padre junto a su hija y en nombre de la menor denuncian a la madre agredida por presuntos malos tratos y llama a ciertos medios de comunicación para que con un poco de suerte consigan la foto de esa madre esposada.
Mientras se investiga por maltrato falsamente a una madre apaleada, es un juez quién decide temporalmente la separación de ambas y da la custodia provisional y temporal al buen padre que pensaba haber ganado esta batalla.
La madre pudo hacer muchas cosas mal sí, pero la única verdad es que nunca renunció voluntariamente a la tutela de su hija.
En invierno de 2013 la risa del buen padre se convierte en pesadilla, la justicia desestima los cargos de malos tratos contra la madre, y como consecuencia de una denuncia falsa y estudiada, se condena a la hija en sentencia firme por un delito de MALTRATO HABITUAL, y dos faltas continuadas en el tiempo de AMENAZAS y de INJURIAS contra la madre y se la condena a seis meses de libertad vigilada.
Hay que decir que jamás la madre denunció a la hija y que incluso se negó a declarar contra ella aún a sabiendas que la habían denunciado falsamente, jamás hizo nada en su contra y fue la fiscalía de menores la que actuó de oficio como siempre ocurre en estos casos.
El buen padre, el que dijo haber ganado todos los juicios callaba, ya no reía.
Incluso cuando en el auto que condena a su hija y apareciendo en todos los informes, el magistrado deja claro y comprobado que la niña estaba condicionada por el divorcio de sus padres, y dejándolo en evidencia, asegura que la hija estaba completamente dirigida y aleccionada a nivel afectivo y emocional en contra de su madre por la figura del BUEN PADRE, que para más vergüenza si cave, aparece varias veces como posible inductor, no dijo nada, ninguna exclusiva, ya no reía…
Pidió la custodia de una menor porque las demandas por manutención y contra el honor se le amontonaban y para no tener que pagar, puso en su nombre una denuncia que deleznablemente conocía su falsedad y dirigió y manipuló a su hija en contra de la madre.
Y yo me pregunto:¿Si hizo eso con su hija no sería el buen padre capaz de hacerlo con su hijo, si manipuló a su hija no pudo hacerlo con un niño limitado? Estos son los hechos y así os los cuento, y si no me crees, mientras el buen padre calla por primera vez en su vida, una madre humillada y vapuleada después de 25 años hablará.
Igual a ella sí la crees… o igual no.
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