La cantante vive con miedo desde hace meses por un individuo que la persigue, le envía cartas desde prisión y asegura que ella es la madre de su hijo. ¡El delirio ha llegado demasiado lejos!
El susto de su vida: Taylor, aterrada en su propio hogar
Taylor Swift, la estrella global del pop, ha vivido en los últimos meses una pesadilla digna de una película de suspense. La intérprete de Cruel Summer, que atraviesa uno de los momentos más exitosos de su carrera gracias a su gira mundial The Eras Tour, ha tenido que enfrentarse en los tribunales a una amenaza real: un hombre obsesionado con ella, que afirma —sin pruebas y con absoluta convicción— que ambos tienen un hijo en común.
¿El problema? Ella ni siquiera lo conoce.
El pasado 6 de junio, y tras semanas de tensión y miedo, Taylor presentó una demanda para obtener una orden de alejamiento temporal contra el individuo en cuestión, identificado como Brian Jason Wagner, de 45 años, residente en Colorado y con antecedentes penales. Y aunque la justicia ya ha actuado, la sombra de este escalofriante episodio aún planea sobre la vida privada de la cantante.
Obsesión, mentiras… y visitas a su casa
Según consta en los documentos judiciales, Wagner no se ha limitado a escribir mensajes o enviar cartas. Ha aparecido físicamente en la vivienda de Swift en Los Ángeles en al menos tres ocasiones, una de ellas portando una botella de cristal, lo que hizo temer por la integridad de la artista y su equipo.
En uno de los episodios más inquietantes, Wagner incluso modificó su permiso de conducir, registrando la dirección personal de Taylor como la suya propia. De esta forma, recibía correspondencia oficial como si viviera con ella. Cuando el personal de seguridad de la cantante recibió uno de estos documentos del Departamento de Vehículos Motorizados, las alarmas saltaron.
Y no era para menos.
Cartas desde prisión y fantasías románticas
La historia roza lo delirante. Brian Jason Wagner ha escrito extensas cartas a la cantante asegurando que mantienen una relación sentimental y que comparten un hijo. Según el testimonio de Swift ante la jueza Debra R. Archuleta, este hombre “cree erróneamente que tiene una relación con ella” y que ella es la madre de su supuesto hijo.
En sus misivas, escritas desde prisión, Wagner detalla momentos “vividos” junto a la estrella, menciona regalos que nunca existieron y describe con aparente normalidad un día a día familiar junto a ella. La cantante, conmocionada, ha dejado claro ante el tribunal que estas afirmaciones son “falsas y totalmente desconectadas de la realidad”.
Pero la cosa no termina ahí. También ha enviado correos electrónicos amenazantes al personal que trabaja para Swift, generando una sensación de amenaza constante en el círculo más íntimo de la artista.
Una jueza actúa con contundencia
Ante la gravedad del caso, la jueza Archuleta no dudó en actuar. Concedió una orden de alejamiento temporal que impide a Wagner acercarse a menos de 100 yardas (unos 91 metros) de la cantante, su residencia, su vehículo y cualquier lugar de trabajo o actuación. Esta orden estará vigente hasta el próximo 30 de junio, cuando se celebrará una audiencia para decidir si se convierte en permanente.
Una vida marcada por el miedo
No es la primera vez que Taylor Swift se enfrenta a una situación como esta. La artista, que goza de una popularidad mundial sin precedentes, ha sido víctima de acosadores en múltiples ocasiones.
En enero de 2024, un hombre fue detenido tres veces tras colarse en su edificio en Nueva York. En julio del mismo año, otro individuo intentó acercarse a ella en Alemania mientras ofrecía un concierto. Y en 2018, un hombre llamado Roger Alvarado irrumpió en su casa, se duchó y durmió en su cama. Fue condenado a prisión, pero volvió a reincidir poco después.
En total, al menos seis acosadores han sido condenados en los últimos siete años por invadir la intimidad de la cantante. No es extraño, entonces, que Taylor lleve consigo vendajes de grado militar, diseñados para detener hemorragias por arma blanca o de fuego. Lo ha confesado ella misma.
Cuando la fama se convierte en peligro
Taylor ha sido clara sobre el precio de la fama. En sus propias palabras, los acosadores han conseguido saber dónde vive “gracias a que medios y páginas web filtran direcciones anteriores de sus residencias”. Ella ha intentado mantener su vida privada al margen, pero incluso eso parece insuficiente.
Actualmente, tras años de exposición mediática, Swift apenas publica contenido desde su casa y viaja con un equipo de seguridad reforzado, incluso durante sus giras internacionales.
Apoyo incondicional de su entorno y Travis Kelce
En medio de este torbellino, Taylor no está sola. Fuentes cercanas a su entorno han asegurado que su pareja, el jugador de fútbol americano Travis Kelce, ha sido un apoyo fundamental durante estos meses. “Está muy preocupado por su seguridad y ha aumentado su presencia junto a ella siempre que su agenda se lo permite”, cuentan.
Además, su familia, su equipo de seguridad y su círculo íntimo de amigas —entre las que se encuentran Selena Gomez y Blake Lively— han cerrado filas alrededor de la cantante para protegerla de cualquier amenaza.
La fecha clave: 30 de junio
Ese día, el tribunal deberá decidir si la orden se convierte en permanente. Si el juez considera que Brian Jason Wagner sigue representando un riesgo, la restricción se endurecerá y podría durar años.
Mientras tanto, Taylor sigue adelante con sus compromisos profesionales, aunque ha suspendido algunas apariciones previstas en Los Ángeles y ha trasladado algunas reuniones a otras ciudades para sentirse más segura.
Un grito de auxilio que resuena en toda la industria
El caso de Taylor Swift no es aislado. Cada vez más artistas denuncian sentirse vulnerables ante fans que cruzan la línea. Y si bien la música es su refugio, también se ha convertido en una vitrina por la que puede colarse el peligro.
Taylor, con su voz firme, se ha atrevido a denunciar públicamente algo que muchas otras estrellas prefieren callar. Porque no, el acoso no es admiración. Es violencia. Y necesita respuesta.

Ernesto Martín es periodista especializado en prensa rosa, realeza y cultura pop. En GATITAROSA.COM analiza con ironía y precisión los entresijos del universo mediático.
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