La marquesa de Griñón ha disfrutado de un viaje familiar a las Maldivas, donde ha presumido de tipazo y ha cargado las pilas. «Un recuerdo que jamás olvidaré», afirma.
Si el año pasado celebro sus cuatro décadas de vida con una fiesta por todo lo alto, en esta ocasión Tamara Falco ha soplado las 41 velas de su tarta de una forma también muy especial: disfrutando de un viaje paradisiaco a Maldivas. Un destino espectacular en el que la marquesa de Griñón ha disfrutado del sol, las aguas turquesas y la mejor gastronomía acompañada de su familia, lo que ha hecho la escapada aún más inolvidable.
Y es que, tras su sonada y dolorosa ruptura con Íñigo Onieva (33), todo el entorno de la chef se ha volcado en animarla y devolverle la sonrisa, y está claro que lo han conseguido.
SUS GRANDES ALIADAS

En las fotos que ha compartido en sus Redes Sociales, Tamara aparece radiante, feliz, relajada y más guapa que nunca, presumiendo de tipazo en bañador.
«El mar es una de las creaciones de Dios que más paz me producen. Sin él, sería menos feliz. Gracias por este regalazo, Señor, y por poder compartirlo con mi familia, especialmente con mi ahijado, Miguel, que es otro regalo», ha escrito junto a una imagen bañándose con el hijo mayor de Ana Boyer (33).
Esta e Isabel Preysler (71) han sido las grandes cómplices de la marquesa durante el viaje y a ellas se refiere como el «dream team», que quiere decir «equipo de ensueño», dejando claro que ellas son sus personas favoritas. Normal que tras vivir esta experiencia afirme: Ha sido un sueño hecho realidad y una forma totalmente distinta de celebrar mi cumpleaños. Un recuerdo que jamás olvidaré


Periodista y comentarista en esto del ‘salseo’ y el mundo del corazón.
Paseando disfrazada de gata curiosa entres famosos y famosetes.
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