La hija de Isabel Preysler sera la sucesora de Carlos Falco después de que el empresario lo dejase dispuesto en sus últimas voluntades.
«Gracias por el legado mas bonito: tu amor», le ha dedicado ella.
A pesar de que nadie lo esperaba, Tamara Falco será la nueva marquesa de Grinon después de que su padre, Carlos Falco, lo dejase así dispuesto en sus ultimas voluntades antes de fallecer, el pasado 20 de marzo, a causa del coronavirus a los 83 años. De esta manera, el empresario quiso que la única hija que tuvo con Isabel Preysler lleve el titulo nobiliario mas familiar de todos los que poseía, quizá porque ella era, según decian muchos, su ‘ojito derecho’.
Esta decisión ha sido recibida con gran emoción por Tamara, que ha compartido a través de sus redes sociales ‘una imagen posando con el libro de su padre ‘Entender de vino’, una imagen del escudo de armas del titulo y unas bonitas palabras a su progenitor:
«Gracias, papi, por dejarme el legado mas bonito que se le puede dejar a una hija: tu amor»
Pese a que la joven heredará el titulo, habrá una segunda marquesa de Griñon, Esther Dona (42), la ultima esposa de Carlos Falco, que sera denominada marquesa viuda.
Según algunas fuentes, el aristócrata dejo bien atados todos los asuntos de su testamento, por lo que no se esperan problemas entre sus herederos. Así las cosas, Manolo -el hijo mayor de Falcó- obtendrá el titulo nobiliario de marqués de Castel-Moncayo, que posee el grado de grandeza de España.
Xandra -la segunda de sus vastagos- ya obtuvo de su abuela materna, Hilda Fernández de Córdova, el titulo de marquesa de Mirabel.
En cuanto a las propiedades que poseía el empresario, la de mayor valor -un total de cinco millones de euros- es la finca de El Rincón, en la que actualmente sigue aislada Esther Doña, aunque es previsible que en cuanto la situación lo permita se mude a otra casa que el marqués tenia en Madrid.
Carlos Falco también poseía una parte del palacio Mirabel, en Plasencia, propiedades en Navalmoral de la Mata y la Quinta Casa de Vacas.
De las fincas y de las sociedades ya tenían desde hace tiempo participación sus hijos, y en especial Manolo, el primogénito, un brillante economista que salio al rescate de los negocios de su padre cuando hizo falta.
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