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Los problemas familiares de Sara Carbonero e Iker Casillas

Dos caras de la misma moneda. La relación de Sara Carbonero e Iker Casillas con sus respectivas familias no ha sido la mejor desde hacer ya tiempo. Tanto la periodista como el futbolista han mantenido un complicada relación con sus respectivos padres. Mientras el deportista sí ha podido limar asperezas tras el terrible susto que vivió con el infarto, no ha ocurrido lo mismo con Sara…

La vida de Sara Carbonero e Iker Casillas ha sufrido dos importantes reveses en cosa de muy poco tiempo. Cuando la pareja se estaba recuperando del infarto que padeció el deportista mientras entrenaba con su equipo, era Sara quién se situaba en el centro de la noticia por un duro trance. La presentadora debía ser intervenida de urgencia al detectarle un tumor maligno en el ovario. Por suerte, tanto una cosa como la otra han salido de la mejor forma posible.

Este revés del deportista ha hecho que Iker haya podido limar asperezas con sus padres. La relación que mantenía con estos, tal y como ha publicado la revista Semana, ha dado un giro radical después de varios años sin intercambiar palabra. El control que estos habían hecho sobre la carrera y las finanzas del futbolista había llevado a Casillas a distanciarse de sus propios padres. Una decisión que parece haberse revertido tras el infarto.



No parece que vaya a ocurrir lo mismo en el caso de Carbonero. La periodista, pese a haber mantenido una conexión muy cercana e íntima con su padre durante gran parte de su vida, decidía cortar por lo sano después de que estallase el escándalo. El padre de Carbonero era condenado a dos años de cárcel por un delito continuado de estafa, como publicó Lecturas en exclusiva en 2014.

El comportamiento del padre de la periodista, implicando a personas tan relacionadas con él como la pareja de la hermana de Sara, su propia hija, hizo que la presentadora no quisiese ya mantener contacto con él. Un triste suceso que hacía que Carbonero se refugiase en su pareja, Iker Casillas, que por aquel entonces tampoco mantenía muy buen entendimiento con sus padres.

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