«Todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, pero después siempre sale el sol» ha escrito la mujer de Iker Casillas tras superar ella y el portero los peores meses de su vida.
Parar para pensar, para extraer la lectura correcta tras lo vivido, para aprender y así poder avanzar. Este es el ejercicio que Sara Carbonero ha realizado en sus días de encierro y que ha conmovido a la Red. A sus 36 años, la periodista ha echado la vista atrás para compartir con sus seguidores cuales son las cosas que le recomendaría a su yo de hace una década.
«Le diría que no perdiera el tiempo ni la energía tratando de controlar todas las situaciones porque al final la vida nos descoloca a cada uno en su lugar», comienza su reflexión.
En su caso fue 2019 el año que puso toda su realidad patas arriba. En mayo, Iker Casillas sufrió un infarto de miocardio y tan solo unas semanas después la comunicadora anunciaba a través de sus redes sociales que le habían detectado un tumor maligno en el ovario y había sido operada de urgencia. A punto de cumplirse un año de estos varapalos, Carbonero ha aprendido la importancia de expresar la avalancha de sentimientos que surgen en los momentos complicados, pero también el sentido de demostrar el afecto a los seres queridos.
«La vida puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos y, si eso ocurre, le diría (a mi yo del pasado) que tiene todo el derecho del mundo a llorar, patalear, enfadarse, sentir rabia, miedo e impotencia. Pero que después siempre, siempre, sale el sol. lgualmente le diría que dijera muchas veces ‘te quiero’, que besara, tocara y abrazara mucho por si llegaba el día en el que no pudiera hacerlo», añade en su texto. Unas palabras que han llegado al corazón de numerosos usuarios de Instagram, pues son muchas las personas que en la situación actual se están enfrentando a dolorosas pérdidas.
AÑORA LA NORMALIDAD
En alusión a la crisis sanitaria que atravesarnos, la mujer del guardameta también ha querido compartir la lección que ha extraído, de momento, de estos días de confinamoento. En ella manifiesta a sus lectores lo valioso que es el día a día, pese a la poca importancia que se le da.
«He caído en que lo que yo pensaba que era rutina, en realidad, era vivir», concluye.
Deja una respuesta