Tras unos meses muy complicados, la hija de Ortega Cano y la colaboradora han decidido marcharse a París con un objetivo en mente: reactivar sus perfiles en redes y conseguir más contratos con empresas y marcas.
El año que esta a punto de acabar no ha sido nada fácil para Gloria Camila Ortega (25) y Rocío Flores. Tía y sobrina se han visto envueltas en una vorágine de polémicas a raíz de la emisión del documental «Rocío. Contar la verdad para seguir viva».
Y, tras capear el temporal como han podido, ahora han puesto rumbo a París para disfrutar de unos días de descanso juntas.
Sonrientes, abrigadas y muy cómplices, han aprovechado este viaje para confirmar que su relación sigue siendo la misma de siempre, desconectar y, de paso, conocer las zonas más emblemáticas de la ciudad, escenarios que, en el caso de Ro, le habrán servido para olvidar por unas horas la separación de su padre y Olga.
«Hemos ido a disfrutar de París… pero, como cualquier persona, Rocío necesita evadirse y salir de esa burbuja», afirma su tía.
«CURRAR MÁS»
Y, a pesar de que ambas han disfrutado haciendo de turistas, la propia Gloria Camila ha aclarado que su viaje tenía otro objetivo primordial: reactivar sus perfiles en las redes sociales para atraer, así, la atención de marcas afines.
«Hemos entendido que tenemos que currarnos más las fotos de cara a las firmas… Hasta ahora no buscábamos que nos contrataran, sino que subíamos fotos que nos gustaban y ya esta», ha reconocido la hija de Ortega Cano.
Asesoradas quizá por alguna agencia de ‘marketing’ y conscientes del ‘boom’ que está experimentando la publicidad en redes a través de ‘influencers’ como ellas -Gloria tiene más de 800.000 seguidores y su sobrina, 785.000-, las dos jóvenes parecen decididas a profesionalizar sus perfiles y que se conviertan en una fuente de ingresos más.
Una decisión inteligente que coincide con el fin de una etapa laboral para Gloria, ya que la serie ‘Dos vidas’ ha tocado a su fin.
Ahora acaba de fichar por ‘Ya son las ocho’, pero tampoco quiere renunciar a unos honorarios que, en perfiles similares al suyo, llegan a los 4000 euros por cada publicación.
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