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Rocío Flores tira la toalla

Rocío Flores tira la toalla

Tras escuchar la negativa de su progenitora a hablar con ella, así como su durísimo relato sobre la agresión que las separé para siempre, la joven ha cambiado de actitud y ya solo le pide una cosa: «Llama a tu hijo, por lo menos…».

En apenas una semana, Rocío Flores (24) ha pasado de las lágrimas de dolor a la absoluta incomprensión, y el peque- no resquicio que albergaba de reencontrarse con su madre para solucionar los problemas que las han alejado durante tantos años parece haberse desvanecido. Y más aún después de escuchar a Rocío Carrasco (44) contar en su documental que «vivía aterrorizada», que tenía «pánico» a estar con sus hijos o como se refiere a su convivencia con ella: «Era como Jeckyll y Mister Hyde, porque era una belleza rubia con unos ojos azules maravillosos y guapísima, y de repente esa cara de ángel se transformaba en un demonio». Un relato en el que Carrasco detalló el horror que llego a sentir por compartir techo con la joven, que la «insultaba» y «amenazaba» continuamente: «Me decía de todo, hija de puta, zorra, que nunca la he querido ni atendido, me dan asco tus besos…». El testimonio culminó con la narración del episodio más duro entre ambas, el día que Ro la agredió: «Empezó a pegarme y, mientras, ella misma iba gritando: ‘¡No me pegues!, ¡no me pegues!’. Lo siguiente que recuerdo es a Fidel reanimándome». Según Carrasco, la razón que la ha llevado a desvelar estos hechos es que considera que sin ellos no podía contar «la magnitud del monstruo» que, según ella, es Antonio David (45), pero pidió que no se cargase contra su hija porque ella «no tenía culpa» y es otra «víctima» de este. Aun así, lo cierto es que ahora la imagen de la joven esta por los suelos y ha sido objeto de un sinfín de insultos en las redes sociales.

UN RELATO CRUEL

Pero no es esto lo que más duele a Ro, sino más bien el hecho de que haya sido su propia madre la que ha revelado todo esto, aun- que también solicité que no se emitiesen las partes más crudas del relato de la agresión para «protegerla». Un argumento que para la joven carece de sentido y que, de alguna manera, la ha hecho sentirse traicionada y cambiar de actitud hacia su madre:

Me parece irónico todo porque se dice que Rocío Carrasco ha levantado teléfonos para que eso no saliese y ahora es ella la que se sienta con sentencia en mano para hablar de ello. Cuando tú quieres proteger a tu hija, no haces un episodio hablando de ella, así que lo de la protección lo pongo en duda.

Argumento que comparten algunos de sus compañeros de El programa de Ana Rosa como Alessandro Lequio (60): «Dar tanto detalle pone en la diana a la hija y no al padre. Si la niña es víctima, esta señalización es demasiado cruel». Por su parte, para Antonio Rossi (42) solo hay una explicación a la actitud de Carrasco: «Yo solo lo entiendo si no tiene sentimientos por su hija, es decir, si la da ya absolutamente por perdida en todos los sentidos». Y eso precisamente fue lo que parecieron entender algunos cuando la mujer de Fidel Albiac (48) contestó a la desesperada petición que le hizo su hija para hablar con ella así: «Tiene que pasar un tiempo, que yo esté preparada y ella esté preparada». Además, Carrasco afirmó sin miramientos que Ro está «manipulada» y dejó entrever que para que el acercamiento se produzca alguna vez la joven primero tiene que dejar de estar bajo ese influjo: «Todo lo que gira en torno a ella no es el ambiente idóneo». Aunque no lo verbalizó, eso implicaría que se alejase de su padre. Y quizá hayan sido estas «condiciones» las que han provocado el cambio de actitud de Ro, quien parece haber tirado la toalla por completo. Al margen del retrato que ahora se está haciendo de su padre, para ella sigue siendo su gran referente y no se plantea la vida sin él. De hecho, siempre que Ro no trabaja, viaja hasta Málaga para estar con su novio y sus hermanos y hace unos días también se la pudo ver con Antonio David. Y, aunque ambos estaban muy serios, demostraron su unión.

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«ESTOY DESTROZADA»

Sin embargo, ni todo el apoyo y el cariño de los suyos puede mitigar el sufrimiento de la joven, que no entiende por qué su madre ha decidido causarle este dolor:

Claro que estoy destrozada. Para mí no es agradable y lo paso mal, pero tampoco creo R que tenga que estar llorando por las esquinas y explicándole a todo el mundo que estoy bien jodida.

Muy afectada, tampoco ha dudado en asegurar que todo lo que está contando la hija de «la más grande» es «su verdad» y que ella tiene otra versión de la historia: «No tengo miedo a nada… Tuve miedo hace muchos años de mi vida por otras circunstancias y lo vuelvo a repetir, yo sé muy bien lo que he vivido en esa casa y ahí me quedo…». Sin embargo, por mucho que la sobrina de Gloria Camila (25) trate de mostrarse entera ante el tsunami que se le ha venido encima, sigue teniendo un punto débil que no puede controlar su hermano David (22). De ahí que, aunque ella haya dado por perdida cualquier esperanza de acercamiento o entendimiento con su madre, siga peleando por la felicidad del chico: «Hice un llamamiento y lo sigo manteniendo. Cuando tú creas y te sientas preparada y quieras… ya no me llames a mí, llama a tu hijo, por lo menos, por lo menos…».

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DAÑOS COLATERALES

Pese a que Rocío Carrasco ha insistido en que su intención es proteger a su hija, lo cierto es que el crudo relato que ha hecho de la convivencia con ella y su forma de retratarla han desatado una tremenda oleada de odio hacia la joven en las redes sociales, donde miles de personas cargan duramente y a diario contra la colaboradora, llegando a pedir incluso su despido de Telecinco.

«Este personaje no puede seguir en televisión hasta que no pida perdón público a su madre».
«Que le den el finiquito».
«Hoy era el día de pedir perdón, no de ponerse chula. Ahí ha demostrado que todo lo anterior era puro ‘show’».
«Lo más fuerte es que diez años después no muestra ningún arrepentimiento».
«Rocío Flores ya no es víctima, es verdugo. Es un calco de su padre».
«Lo que estoy disfrutando de cómo se le ha caído la máscara».


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