Rocío Carrasco ha puesto condiciones para volver a tener relación con Rocío Flores
Era evidente. Se podía leer entre líneas desde la emisión del primer programa del psicoreality.
Lo que no esperábamos es que la misma Rocío Carrasco tuviera la desfachatez y la poca vergüenza de afirmarlo sin tapujos.
La condición para que vuelva a existir una relación con su hija es que está deje de lado a su padre.
Tal vez esta sea la finalidad del fakedocumental.
Conseguir que Rocío Flores odie a su padre.
El problema es que eso es imposible de conseguir. Por más mierda y mentiras que arroje la hija de la chipionera sobre su hija.
Tras más de 20 años, Rocío Carrasco sigue sintiendo un odio visceral hacia Antonio David Flores. Lo único que le importa en la vida es hundir al padre de sus hijos.
Rocío Carrasco es una persona gravemente enferma. Sigue atrapada en un mundo imaginario en el que cualquiera que tenga la más mínima relación o simpatía con «esa persona (Antonio David)» pasa inmediatamente al mundo malvado, al grupo de los seres despreciables que no merecen ni vivir.
Ha pasado con sus hermanos, con sus tíos, con Ortega Cano, con cualquiera que mantenga relación con A.D.
¿QUÉ MADRE PUEDE CHANTAJEAR EMOCIONALMENTE ASÍ A SU HIJA?
Desde luego no una buena madre.
Solo una mente enferma. Desquiciada y retorcida.
“Hoy por hoy no puedo. Y la persona que lo quiera entender que lo entienda y quien no pueda, que no la entienda”.
Los palmeros y los gurus de la verdad de tele 5 pasan de puntillas frente a lo evidente. Para ellos solo existe el mantra de los malos tratos (que nunca se han demostrado) y de que Rocío cuenta su verdad.
Y en eso tiene razón.
Rocío Carrasco cuenta la verdad de una persona que ha imaginado un mundo en el que el odio y la venganza campan a sus anchas.
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