A Rocío Carrasco nunca le han importado sus hijos. Nunca ha tenido intención de recuperar su cariño.
A Rocío Carrasco le importa única y exclusivamente el dinero.
¿Es una opinión? Pues puede… o puede que sea algo contrastable con los hechos.
Las cuentas de Judas
Traicionar a sus propios hijos. Realizar uno de los actos más aberrantes que puede realizar una madre contra un hijo tiene precio.
200.000 euros por capítulo emitido
Casi 2 millones de euros
6 entregas, 12 capítulos y un capítulo 0
Condiciones: Que se despida a «AntonioDa» de Mediaset
Sí. Pactado y firmado desde hace meses
En contraprestación Rocío Carrasco debería retirar también todas las demandas interpuestas contra la cadena y sus colaboradores
Se acepta, pero Rocío Carrasco exige una disculpa pública, un: “Nos equivocamos todos con esta santa mujer”
Belén Esteban es la más reacia a bajarse los pantalones públicamente cuando se lo comunican.
No se acepta. Debe pedir perdón públicamente.
Al final acepta.
«Ten en cuanta que a ti es a la que más beneficia. Te evitas el problema de la última demanda de Rociito»
Rocio Carrasco demando a Belén Esteban por un hecho ocurrido cuando Antonio David Flores concursaba en Gran Hermano VIP.
La Agencia Tributaria le había enviado una carta a Antonio David Flores y su mujer, Olga Moreno la abrió.
Rocío Carrasco demandó a la mujer de su exmarido por haber abierto una carta que no estaba dirigida a nombre de Antonio David (¡estaba dirigida a la de su marido!) y que… contendrían datos privados de ella.
El contenido de dicha misiva habría sido el que reveló Belén Esteban en su programa, por lo que ambas fueron demandadas.
Vamos. Que Rocío Carrasco demando a Belén Esteban por informar que Hacienda reclamaba una cantidad
Sigamos…
Se acuerda que todos los presentadores en todos los programas mantendrán el mismo discurso oficial.
Solo Ana Rosa Quintana se niega. Ella es la reina de las mañanas, y lo sabe. Aun así, se la juega. Sabe que no lo va a tener fácil.
J.J. Vazquez está más feliz que una perdiz. El olor a mierda mediática le excita todos sus sentidos.
Rocío y Fidel tienen una supuesta deuda con Hacienda de más de un millón de euros
Con el dineral que habría ganado Rociíto, esta podría saldar la supuesta deuda millonaria que tiene con Hacienda desde hace años
Y es que en septiembre de 2020 diferentes medios se hicieron eco de que Rocío Carrasco estaba a punto de perder su casa por las deudas que tiene con el fisco.
Fidel Albiac tenía una deuda con Hacienda de casi 150 mil euros, una cantidad que corresponde al impago del IRPF del año 2015-2016.
Albiac es el administrador único de Yamaguchi Producciones S.L., empresa a cuyo nombre están un piso con garaje en Sevilla y la casa familiar en la que vive el matrimonio en San Agustín de Guadalix, Madrid.
Esos son los inmuebles que están a punto de perder.
Hasta que se salde la deuda, Hacienda prohíbe a la sociedad limitada poner a la venta ninguno de los inmuebles, habiendo embargado un 24% del capital de la empresa y teniendo la opción de sacar a subasta dichas casas si la cantidad no se abona.
La Agencia tributaria también le ha reclamado a Rociíto más de 185.000 euros.
Para asegurarse el cobro, hacienda embarga un terreno en Alhaurín de la Torre y de los bienes Carrasco tiene en Chipiona.
Y a todo esto, se suma los 920 mil euros que Rocío Carrasco aún debe desde el 1 de Junio del 2006 correspondiente a los impuestos del reparto de la herencia de Rocío Jurado.
Rocío Carrasco sabe que tiene que hacerse la víctima y última su contacto con Mediaset.
«Rocío Carrasco llevaba meses preparando esta larga entrevista. La hija de Rocío Jurado no se quería dejar nada en el tintero. Sabía lo que quería decir y como lo quería decir. Su única estrategia era librarse de su peor enemigo, Antonio David Flores. Un reto que ha conseguido. Esta decisión ha sido tomada y gestionada por Fidel Albiac, quién siempre lleva todos los negocios de Rocío Carrasco. El abogado preparó todos sus escritos que ella misma sujetaba en un papel por si se olvidaba de algún punto y hablaba con tecnicismos que no están en su vocabulario y sí en el de un abogado.»
Christian Morales
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