Regálate un par de horas de vez en cuando y sumérgete en un mar de autocuidados necesarios para estar más bella, evadir la mente y reconectar contigo misma.
El ritmo de vida que llevamos hoy en día es un gran enemigo de nuestra salud y de nuestra belleza.
Y es que con demasiada frecuencia nos lleva a olvidarnos de nosotras mismas. Trabajo, familia, labores domésticas… Y pocas horas o ninguna al final del día para descansar un poco y sobre todo desconectar. Por eso, ahora es más necesario que nunca dedicar un pequeño tiempo para autocuidarnos y lograr evadir la mente, reconectar con nuestro interior y, además, tratar la piel y el cabello para estar más bellas.
Y para ello nada mejor que un buen ‘spa’ en casa de vez en cuando. Un par de horas en las que adueñarse del cuarto de baño para crear un ambiente que, por un lado, nos relaje y, por otro, despierte todos nuestros sentidos.
¿Cómo hacerlo? Muy fácil, toma nota de los siguientes consejos y, ante todo, no lo dejes para más adelante. Recuérdalo, te lo mereces.
LO QUE NECESITAS PARA UN BAÑO RELAJANTE
En primer lugar, disponibilidad de tiempo y lugar. No importa que tengas bañera o ducha, el ritual se puede hacer igual. Segundo, un buen gel relajante, unas sales de una fragancia que te guste o una bomba de baño, un exfoliante y una crema corporal. Para el cabello, champú, acondicionador y mascarilla. Y, para crear una atmósfera apropiada, nada como unas velas aromatizadas, luz tenue y una música tranquila.
Una vez que tengas todo listo, apaga el móvil y déjate llevar. Cuanto más caliente esté el agua, mayor nivel de relajación obtendrás, pero, ojo, porque te puede bajar demasiado la tensión Por lo tanto, lo más recomendable es que la temperatura sea alta, pero sin pasarse. Además, lo mejor es terminar el baño o la ducha con agua fría para activar la circulación.
Cuando hayas terminado, sécate bien y tranquilamente y aprovecha para seguir con tu rutina habitual de belleza. Por último, témate una infusión sin teína y una pieza de fruta y bebe agua.
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