Yemas de huevo. Su contenido en Iuteína y grasas —necesarias para que la primera se absorba correctamente— ayuda a prevenir la degeneración macular propia de la edad.
Naranjas. Además de Iuteína, aportan zeaxantina, muy importante para la vista. Y su vitamina C es necesaria para absorber las vitaminas A y E, fundamentales para una visión correcta.
Maíz. Este alimento es tan rico en zeaxantina y Luteína -claves para ver bien- que es recomendable incluirlo en la dieta habitual.
Arándanos. Estos frutos silvestres contienen antocianinas, que facilitan la circulación sanguínea y previenen los glaucomas.
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