Tras realizar cualquier tipo de actividad física, nuestro organismo pierde bastante energía, pero gracias a determinados alimentos se puede recuperar rápida y fácilmente.
FichaIos!
Sentirse cansado después del ejercicio físico es normal, ya que durante su practica se produce un elevado desgaste de las reservas de energía que tienen nuestros músculos. Para restituírla y evitar la aparición de las molestas agujetas, hay que proporcionar al organismo determinados nutrientes que facilitaran la recuperación en la hora siguiente a la actividad.
- Hidratos de carbono y proteinas en la misma proporción.
Un tentempié que integre ambos es perfecto para reponer el glucógeno que se gasta durante el ejercicio, así como para aportar aminoácidos que reparen y reconstruyan el tejido muscular. Una tostada integral con huevo, jamón york o atún, por ejemplo, son buenas y sencillas combinaciones. - Frutas con alto contenido en agua como el pomelo, la naranja, el melón o la manzana son las mas indicadas para tomar después de la actividad física, ya que contribuyen a rehidratar el cuerpo. Por otro lado, el plátano es muy recomendable por todo el potasio que aporta al organismo.
- Frutos secos y aguacate. Estos son los únicos alimentos con un elevado contenido en grasos saludables que se deberían ingerir tras el ejercicio si no se quiere engordar. Y es que el resto de los lípidos saturados no favorecen la asimilación de los hidratos de carbono y las proteínas.
- Yogurt. Muy rico en probióticos y calcio, también proporciona un excelente aporte proteico al cuerpo, que, al ser de origen animal, se asimila mucho mejor y mas rápido que el que proviene del mundo vegetal. Por eso es un alimento perfecto para recuperar fuerzas
¡ MUCHO OJITO CON ESTAS GRASAS SATURADAS !
- Nata montada. Una taza sobrepasa la cantidad de grasas diarias recomendadas para un adulto, razón por la que es mejor dejarla solo para ocasiones especiales.
- Carne de cerdo y embutidos. Su aporte de grasas saturadas es elevado, por lo que resulta mucho mas sano apostar por carnes blancas como la de pollo.
- Coco. Aunque uno de los ácidos grasos que contiene se relaciona con el aumento del ‘colesterol bueno lo cierto es que hay que moderar su consumo porque aporta muchas calorias y grasas.
- Lácteos enteros. La leche o el queso contienen una elevada cantidad de grasas saturadas. Para contrarrestan aportan altos niveles de vitaminas D y K.
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