¡Cambio radical! Paola Olmedo y su nuevo rostro tras una operación de seis horas
Paola Olmedo, exnuera de Carmen Borrego, ha reaparecido con un aspecto totalmente renovado. Y no, no ha sido por un simple retoquito estético, sino por una intervención quirúrgica de alto riesgo que la ha llevado a verse en el espejo y pensar: “¿Pero esta soy yo?”.
Un bisturí, tres cirujanos y seis horas de cambio extremo
No hablamos de un lifting o un retoque aquí y allá. Paola Olmedo ha pasado por quirófano durante seis horas y media en una operación en la que tres cirujanos le han reconstruido la mandíbula. ¡Casi nada! Pero ojo, porque el bisturí no se quedó solo en la mandíbula, también hubo modificaciones en la nariz.
Y es que esta operación no ha sido por capricho ni por vanidad. La esteticista ha contado en exclusiva a la revista Lecturas que su problema venía de lejos y que, si no se operaba, se iba a quedar sorda. “Mucho antes de los problemas digestivos tenía problemas de audición, me afectaba a la garganta y al oído. Según pasan los años empeora y dejas de oír. O te operas o te quedas sorda”, ha explicado. Y claro, con esa tesitura, la decisión estaba clara.
“Mi madre no me reconoció”
Imagínate que te operas, te ves en el espejo y no te reconoces. Pero lo peor no es eso. Lo peor es que tampoco tu madre te reconoce. Paola lo ha contado sin tapujos: “La primera vez que me vi en el espejo, no me gustó. Sentí rechazo hacia mí. Estoy en el proceso de gustarme”. Y para rematar la faena, cuando su madre la vio en el hospital, no supo quién era. “Se puso a llorar y se sintió fatal”, ha confesado. Pero al final, todo bien. “Con su mirada ves que ya no eres la hija que tenía. Luego está feliz y sabe que es por salud”, ha explicado la protagonista.
Un mes comiendo con jeringuilla (y sin besos a sus hijos)
Si la operación fue dura, la recuperación no se quedó atrás. Durante un mes entero, Paola no pudo ni abrir la boca. ¡Ni para hablar, ni para comer, ni para besar a sus hijos! “Tenía que alimentarme con una jeringuilla a base de purés, papillas y muchas proteínas”, ha revelado. Pero lo que más le dolió fue no poder dar ni un beso a sus pequeños. “Eso fue lo peor”, ha asegurado.
De su exmarido, lo justo y necesario
Sobre su ex, José María Almoguera, Paola ha sido clara: “Muy poco contacto”. Vamos, que la comunicación brilla por su ausencia. Pero por lo menos, han conseguido llevarse bien. Eso sí, todavía les queda algo pendiente: firmar el divorcio. Trámites, papeles y un poco de burocracia para cerrar un capítulo de su vida.
Carmen Borrego y su papel de abuela
A pesar de todo, la relación con Carmen Borrego es otra historia. Y es que, aunque con su exmarido el contacto sea “escaso”, con la abuela de su hijo la cosa es distinta. “La primera vez que le di el niño a Carmen Borrego fue un momento de tensión para mí”, ha confesado. Pero, para su sorpresa, su hijo no dudó ni un segundo y se lanzó a los brazos de su abuela. “El niño encantado y se me pasó todo”, ha contado.
Y es que Paola lo tiene claro: aunque su relación con José María no haya acabado bien, su hijo no tiene la culpa. “Si Carmen Borrego quiere ver a su nieto, yo no le voy a decir que no porque tenga un conflicto con su hijo”, ha zanjado. De hecho, ha admitido que la colaboradora de televisión le ha ayudado mucho.
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