Aunque su expulsión de Supervivientes ha sido una de las más injustas y sorprendentes para los seguidores del programa y para la propia concursante, tras el shock inicial la hija de Lucia Dominguín (63) esta feliz de haber vuelto a España.
Y es que aquí, además de haber dejado a un lado el hambre y los mosquitos de Honduras, ha recuperado una de sus grandes pasiones. «Qué mono tenía de pintar y hacer mis cositas de arte», ha escrito Palito Dominguín, feliz de regresar a España.
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