Paiporta, Comunidad Valenciana – Pablo Pisa, esposo de la influencer Patricia Steisy, ha demostrado su solidaridad al trasladarse hasta Paiporta para ayudar en la limpieza y recuperación de los pueblos afectados por la reciente DANA en la Comunidad Valenciana. Sin embargo, en medio de su jornada de trabajo como voluntario, Pisa sufrió un percance con su vehículo, lo que le llevó a una complicada situación emocional y logística.
El accidente en medio de la misión de ayuda
Pablo Pisa se sumó a los cientos de voluntarios que llegaron a Valencia tras la DANA para ayudar en los pueblos devastados por las inundaciones. Durante su participación, el creador de contenido sufrió un accidente con su coche en una jornada complicada, al golpear un bloque de hormigón en medio del barro acumulado en la calzada, lo que provocó el estallido de una de las ruedas del vehículo.
Una jornada de frustración y solidaridad
Conmovido y sin fuerzas para derrumbarse, Pablo Pisa compartió su experiencia desde el interior del coche a través de sus historias de Instagram: “Creo que no lloro porque estoy tan cansado que no tengo ni fuerzas para llorar. Estoy aquí en el coche porque he reventado una rueda”. Explicó que varias personas le ayudaron a mover el coche, que obstruía la vía, y confesó que el accidente le dejó con un fuerte nudo en la garganta.
“No quiero que me ayuden a mí”
En su relato, Pablo Pisa reconoció que la situación lo dejó emocionalmente tocado: “No sé muy bien qué hacer porque no quiero que me ayuden a mí, siendo yo el que viene a ayudar”, comentó con evidente frustración. La impotencia de tener que recibir ayuda en lugar de brindarla se apoderó de él, admitiendo que se sintió muy nervioso y desbordado.
El impacto de la catástrofe en primera persona
Al ver a otros, como ancianos, cargar bidones de agua después de largos recorridos, Pablo Pisa expresó su consternación: “No entiendo cómo puede pasar esto. Yo nunca he estado en una guerra, pero no se debe diferenciar mucho de esto”, comentó entre lágrimas, señalando el impacto que le produjo vivir de cerca las duras condiciones que enfrentan los habitantes afectados.
Un final inesperado y emotivo regreso a Madrid
Afortunadamente, Pablo consiguió contactar con un taller que envió mecánicos a la zona. Sin embargo, el diagnóstico de los expertos fue desalentador: la dirección del coche quedó dañada y resultaba peligroso conducirlo hasta Madrid. Ante esto, Pablo Pisa fue trasladado a un centro de alquiler de coches, desde donde pudo regresar a la capital, no sin antes expresar su satisfacción personal: “Me vuelvo orgulloso de mi labor”.
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