Nuria Roca, la presentadora y actriz valenciana se encuentra en su mejor momento profesional, con dos nuevos programas por delante y cambio de cadena. «Los aúns tienen también cosas buenas», admite
A sus 49 años y tras más de 20 de carrera, Nuria Roca disfruta del que muchos creen que es su mejor momento profesional. Tras llevar algunos años apartada de los grandes formatos, en 2018 fue rescatada con un puesto fijo como colaboradora de ‘El hormiguero’, y desde entonces su popularidad no ha parado de crecer hasta llegar a la cima en la que hoy se encuentra. No en vano fue la elegida para sustituir a Pablo Motos (55) cuando este se contagió de COVID-19, una nada sencilla labor que la valenciana superé con nota. De hecho, la audiencia y las críticas fueron tan positivas que ahora las cadenas se la rifan y no dejan de lloverle ofertas. El último proyecto de envergadura que acaba de anunciar es un magacín que presentara en La Sexta en sustitución de ‘Liarla Pardo’. Un fichaje que no hace más que reafirmar la apuesta de Atresmedia por Roca, quien, además de continuar colaborando en el programa de Motos junto con su marido, Juan del Val (50), también conducirá Family Feud: la batalla de los famosos, el gran formato de entretenimiento que prepara Antena 3.
SU FACETA DE ACTRIZ
Por si esto fuera poco, la también escritora ha retomado su carrera de actriz y estaré presente en la segunda temporada de la serie Madres (Telecinco), un mérito que atribuye a haber sido «una persona curiosa» y a la madurez. «Los años también tienen cosas buenas», ha confesado en una reciente entrevista, donde también reconoce que su máxima en lo laboral ha sido, más que obtener resultados, hacer el trayecto bonito: «En estos años he intentado que todo el mundo tuviera un buen recuerdo de mí».
NURIA ROCA. UN ROSTRO MUY QUERIDO EN TELEVISIÓN
Aunque su andadura en televisión comenzó en 1994 de la mano de Canal 9, fue cuatro años más tarde cuando se dio a conocer ante el gran público con su debut en TVE presentando el mítico Waku Waku (TVE). Su descubridor no fue otro que Chicho Ibáñez Serrador, a quien recuerda con mucho cariño: «Me dio las armas para tener confianza en mi misma y aprendí mucho de él».
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