Tres años después de separarse de Bosé, el artista valenciano ha confesado que el cantante «cambió al nacer los niños» y califica su ruptura como «una película de terror».
Yo me fui fatal de la relación. Lo pasé muy muy mal». Con estas palabras, Nacho Palau (52) la expareja Miguel Bosé (65) ha relatado por primera vez en una entrevista concedida a la revista ‘Diez Minutes’ fue el fin de su relación secreta, que duro 26 años y 4 la que tuvieron cuatro pequeños, Diego y Tadeo, hijos biológicos del cantante, e Ivo y Telmo (10), que son del artista valenciano.
Fue precisamente la llegada de los cuatro bebés, con una diferencia de siete meses, la que causó los primeros problemas en la pareja, tal como relata el propio Palau «Se le agrió el carácter. Se obsesionó con la seguridad de los niños y apenas salía; de casa.
Tenía un carácter agrio y amargo; estaba cada vez más amargado».
NOS LLEVÁBAMOS FATAL
Fue hace más de tres años: cuando la historia de Nacho y Miguel tomó caminos separados, concretamente poco después de llegar a Panamá, según el propio escultor: «Nos llevábamos fatal. Su comportamiento, su carácter y su forma de ser, todo era tremendo. Miguel, cuando es bueno, es muy bueno y, cuando es malo, es el peor». De hecho, el valenciano califica su ruptura con el cantante como «una película de terror y hace una confesión desgarradora:
«Al final me hizo la vida muy difícil». Esta separación no solo les afecto a ellos, también a los cuatro hijos de la pareja: Diego y Tadeo se fueron con Miguel a México e Ivo y Telmo se quedaron con Nacho. Ahora, Palau sigue luchando para que los cuatro niños vuelvan a estar unidos. «No llegamos a un acuerdo. Él quería siempre que las cosas fuesen como a él le parecía y se fue con los niños. Lo único que yo quiero es que los niños convivan, aquí, allí, conmigo, con él…», ha confesado el artista.
Periodista y comentarista en esto del ‘salseo’ y el mundo del corazón.
Paseando disfrazada de gata curiosa entres famosos y famosetes.
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