Aunque tras su separación de Miguel Bosé (65) y su posterior traslado a España se vio obligado a trabajar como cocinero en una residencia de ancianos y después en una fábrica de embutidos en Chelva (Valencia), Nacho Palau ha vuelto a su verdadera vocación: el arte.
El valenciano ha reanudado su colaboración con el estudio del artista Daniel Perandres.
En él se va a encargar de realizar piezas de cerámica y esculturas, una tarea con la que esta de sobra familiarizado, ya que durante años fue su profesión, a pesar de haber estudiado Químicas.
El proyecto ha comenzado ahora, pero la colaboración comenzó hace ya dos años aunque se tuvo que paralizar por la pandemia. Perandres y Palau se conocen desde hace tiempo y son grandes amigos.
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