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Mónica Naranjo: «Me encantaría volver a enamorarme»

A Mónica Naranjo la fuerza y el entusiasmo le brotan de lo más profundo de su ser, tras un periodo de tiempo en el que ha tratado de recomponer los destrozos emocionales que le ha causado su propio divorcio, después de quince años de convivencia con Óscar Tarruella, el hombre al que entregó su corazón nada más conocerle, hasta que se les rompió el amor. La vuelta de Mónica a los escenarios con el espectáculo ‘Renaissance’, coincide con la celebración de sus 25 años en la música, y un nuevo programa en Tele 5, ‘Mónica y el sexo’, que presentará y que se emitirá próximamente, gracias al cual tendremos oportunidad de conocerla en una nueva faceta de su personalidad, más rompedora y sorprendente que nunca.

-¿Cantar ha sido su gran pasión?
-Desde niña, todos los recuerdos que tengo están relacionados con la música, y eso que en mi familia no hay ningún músico, pero tuve la suerte de que mi madre, que era una gran observadora, se diera cuenta de que tenía unas facultades especiales, e hizo todo lo posible para que me formara.

-¿A pesar de que en su casa no sobraba el dinero?

-Para ella era un sacrificio enorme enviarme a estudiar música porque yo vengo de una familia muy humilde, quizá por eso todo lo que hemos conseguido nos ha costado mucho.

-¿Es la razón por la que va a celebrar sus 25 años en la música por todo lo alto?
-Todo ha sido un poco acelerado, el año lo empecé con mal pie, pero lo acabé y me di cuenta de que al final Dios quita lo que te resta emocionalmente. Es la razón de que me reconozca en el espejo cuando me miro y, en ese aspecto me siento orgullosa de mí. En general, no me puedo quejar, la vida ha sido generosa conmigo.

-Sin embargo, no ha dejado de trabajar.
-Porque, como te digo, este último año ha sido muy intenso, también profesionalmente. Para empezar, estaba trabajando en un disco que se iba a titular ‘Me desintoxiqué’, en el que iba a mezclar canciones originales en diversos volúmenes. Estaba en ésas cuando me llaman de Sony para decirme que van a editar un nuevo disco con motivo de mis 25 años en la música.

-¿No recordaba sus bodas de plata?
-No, yo soy muy hippy, ya me conoces: mira, Rosa, sé lo que tengo que hacer de aquí a un año, pero no me cuentes más. Y así fue como surgió la idea de emprender una gira con ‘Renaissance’, que comenzaré en Madrid el 2 de octubre y terminaré en el Palau de la Música, el 24 de ese mismo mes. Antes, en abril, sale la banda sonora de una película que he rodado.

-Quería alejarse de la música un tiempo, ¿qué le ha empujado a volver?
-Entre otras cosas, ‘Mónica y el sexo’, que presento y que se emitirá en Tele 5 a finales de abril. Un programa en el que habrá muy buen rollo, en el que las protagonistas seremos las mujeres, partiendo de la base de lo que nos ocurre sexualmente cuando llegamos a una edad o tras mucho tiempo de convivencia.

-Tiene buena pinta.
-Imagínate alguien como yo que llevaba 16 años con su pareja, y no te cuento las que llevan 30 años: es lo que nos animó a presentar este proyecto de Ana, la directora, Miguel, el codirector, y yo. En el intermedio, Miguel se separa y Ana también después de 15 años de casada, y yo que pensaba que estaba fenomenal con Óscar, también me separo.

-¿Está segura que no les contagiaron un virus?
-No, pero como bien dice la canción de Rocío Jurado, se nos acabó el amor de tanto usarlo… Y cuando las cosas se acaban, de nada sirve intentar mantener la situación, es mejor cortar por lo sano o poner medios para solucionarlo.

 

-Colaboran con usted José Corbacho y Boris Izaguirre.
-Corbacho ha sido tan generoso hablando de su vida matrimonial… cómo conoció a su mujer, cuáles son sus prácticas sexuales, increíble. Boris igual, con él nos fuimos a Brasil.

-¿No es un programa para mujeres?
-Claro, también colabora Ana Milán, muy amiga: con ella nos fuimos a México y ya verás la de sorpresas que os vais a llevar.

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-¿Habiendo tanta información, por qué sabemos tan poco de sexo?
-No sabemos nada los unos de los otros, por eso hay que hablar mucho, uno de los problemas que tenemos es que no sabemos relajarnos.

-¿Para hacer qué?
-En una entrevista que le hice a Carmen Lomana para el primer programa, me contaba que estando casada con Guillermo, su marido ya fallecido, al no tener hijos, ella siempre trataba de sorprenderle y Guillermo después de esos encuentros sexuales, le decía: «Carmen, creo que nunca te voy a conocer del todo porque siempre logras sorprenderme».

-¿La pasión es enemiga de la convivencia?
-Por supuesto que sí, pero hay que proponerse que eso no ocurra. Imagínate una pareja: los dos tienen que poner de su parte, no sólo la mujer. Hay una cosa que me ha pasado…

-¿Bueno o malo?
-A veces tendemos a relajarnos, y de repente dices: bueno, este mes no voy a hacer gimnasia, no me apetece arreglarme, me pongo el chándal y me hago una coleta… ¡Grave error! No hay que hacerlo ni por él ni por ti.

-Nada más antierótico que un hombre en calzoncillos y calcetines.
-Por supuesto, a mí el hombre me gusta que se cuide, que se perfume, que se arregle, de nada sirve que tú te compres una prenda íntima maravillosa y él vaya de cualquier manera: la provocación tiene que ser mútua.

-¿Es consciente de la influencia de la iglesia en la educación?
-Por supuesto, pero lo que Dios quiere y predica es que nos queramos y compartamos cosas. Estoy convencida de que quiere lo que nos haga felices, al menos el Dios que yo conozco.

-¿Debería estudiarse sexo en las escuelas?
-Tendría que ser obligatorio que, al llegar a la adolescencia, tuviéramos una educación sexual amplia.

-Evitaríamos que los jóvenes aprendan pornografía en las redes.
-Lo hacen porque es el elemento más cercano que tienen, basta con entrar en Google para verlo todo. Si socialmente fuéramos más abiertos, eso no funcionaría como lo hace.

-¿Qué papel corresponde a los padres en la educación sexual?
-El programa piloto lo vi en casa con unos amigos y con Aitor, mi hijo. Tuve que parar la grabación varias veces porque debatíamos por todo, sobre las primeras relaciones sexuales, cómo y con quién. Fue una experiencia muy positiva. Ojalá ocurra lo mismo cuando se emita, será muy interesante que los padres vean las reacciones de sus hijos.

-¿Con su hijo habla de estos temas?
-Él pasa bastante de todo, entre otras razones porque ha tenido la misma educación que yo. Cuando era adolescente, tenía sus problemas como cuando empezó a masturbarse y me preguntaba por qué le pasaba eso. Lo tratábamos con naturalidad. En estos asuntos los padres debemos ser amigos.

-¿Cómo influye la edad en el comportamiento sexual?

-No es tanto una cuestión de años como de apertura de mente. Por ejemplo, en mi casa mis padres siempre han sido muy abiertos. Carmen Lomana también lo es porque ha vivido mucho y ha sabido manejar muy bien su vida personal y sexual. Yo recuerdo, siendo adolescente, una cosa que me dijo mi bisabuela.

-Cuente, cuente.
-Mi madre me reprendía por llegar tarde, y yo le contaba que al terminar las clases en el Conservatorio de Música, me quedaba hablando con una amiga. Entonces mi bisabuela le dijo: No la regañes, porque si se quiere acostar con alguien lo puede hacer a las cuatro de la tarde o a las diez de la mañana.

-Qué sabia era su bisabuela.
-Todo está inventado, lo importante es tener apertura de miras. Hay que quitarse tabúes y para eso está pensado este programa.

-Siendo famosa, ¿no le da pudor desnudarse emocionalmente en ‘Mónica y el sexo’?
-No, yo quiero educación sexual en mi vida sobre algo que nos proporciona tanto placer. Y más ahora: no sabes la de juguetes eróticos que me han regalado con el programa, podría montar un parque temático. Cuando tenga tiempo, tengo que poner en práctica todo esto.

-¿En el sexo hay machismo?
-Sigue habiendo machismo, por supuesto, prueba de ello son las entrevistas que hemos hecho donde puedes ver a mujeres empoderadas, disfrutando de su sexualidad en un cuarto oscuro, con un desconocido. Habrá personas que dirán que ella es un putón, y él un macho ibérico.

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-¿Señora en el salón y puta en la cama?
-Yo ese rol lo llevo muy bien: como te decía, todas estas cosas hay que hablarlas y si los dos están de acuerdo, pues fenomenal.

-¿Qué dice Óscar cuando la escucha hablar así en los medios?
-Nada, el problema es que cuando vas teniendo problemas con tu pareja, apartas la intimidad, hay temas que no se abordan.

-¿Ustedes han quedado como amigos?
-Sí, es lo mejor: cuando una pareja no se lleva bien, lo mejor es dejarlo. En mi ruptura no hubo destrucción total para renacer después, hubo decepción, es la razón por la que al final hay que ponerse la tirita en el corazón y seguir adelante.

-Con tanto trabajo como tiene, desconectar no es fácil, ¿cómo lo consigue?

-Yo nunca he dejado de trabajar, puedo dejar de hacer giras, de cantar una temporada, porque la televisión siempre ha estado muy vigente en mi vida. Si lo que haces lo haces porque te gusta, superas los inconvenientes; el problema es cuando estás quemado. No es mi caso porque siempre tengo proyectos entre manos.

-¿Cuáles son sus prioridades?
-Ahora, y se lo decía a mi hijo, mi prioridad es ser mejor persona cada día.

-¿Eso se aprende?
-Sí, mirándote el ombligo, haciendo trabajos de prospección, para ver tus fallos.

-Si tuviera que elegir entre lo personal o profesional, ¿qué elegiría?
-Volvería a hacer lo mismo, con toda seguridad, en todos los campos.

-¿Cómo dosifica el éxito?
-Ahora bien, por eso he programado una gira en España de cuatro fechas, además de las que tengo en Estados Unidos y México.

-¿Se considera una ‘súperwoman’?
-En algunos momentos sí; en otros, sólo intento ser una persona humilde.

-¿Alguna asignatura pendiente?
-¿Sabes lo que realmente me gustaría? Encontrar a alguien que me quiera de verdad. Aunque yo entiendo que la vida con una artista no es fácil, salvo que des con una persona muy generosa, muy evolucionada, o que tenga relación con este mundo: sólo así se pueden comprender.

-Los egos, qué difíciles son de manejar.
-Y que lo digas: estar con una persona que acapara todos los focos, requiere mucha personalidad, porque puede llegar el momento en que se sientan desairados.

-¿Le gustaría tener más hijos?
-No, no.

-Y, ¿casarse de nuevo?
-Por qué no, yo al amor no renuncio, porque es lo que nos mueve la vida. A mí me encantaría volver a enamorarme, que apareciera esa persona con la que empezar una nueva vida.

-¿Coqueta?
-Me gusta el flirteo, una flor, una cena romántica, en eso soy muy clásica, el sexo es una consecuencia de todo eso. Yo podría tomar la iniciativa pero nunca iré detrás de nadie.

Mi foto favorita

«En esta foto debía tener 27 meses, y me gusta porque tuve una infancia muy bonita: me eduqué con misioneras, que nos querían mucho».

¿Quién es Mónica Naranjo?

Nació el 23 de mayo de 1974, en Figueres, Girona.

Inicios: Desde pequeña se sintió atraída por la música. Pasión que alimentó Patricia, su madre. Fue en un karaoke donde conoció a José Luis Moreno, quien le presentó al productor Cristóbal Sansano, que se convertiría en su primer marido.

Trayectoria: En 1994, Sony Music España la envió a Midem latino de Miami, donde triunfó. De allí se fue a México, donde consiguió un éxito arrollador con el single ‘El amor coloca’, ‘Sola’, y ‘Sólo se vive una vez’. En verano de 1997, triunfa en España con ‘Desátame’. Tras una larga espera, regresa con ‘Minage’, su tercer álbum, que la lanza al estrellato. Ha participado en varios programas de televisión y tiene su propia marca de perfume. Para celebrar sus 25 años en el mundo de la música, emprenderá una larga gira con ‘Renaissance’. A finales de abril, presentará en Tele 5 ‘Mónica y el sexo’.

Familia: Durante quince años ha estado casada con Óscar Tarruella, que aportó un hijo, Aitor, que la cantante adoptó. En diciembre se separaron.

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