Mercedes Milá, recuperada de la grave depresión que padeció hace unos años (al final de su etapa como presentadora de GH) vuelve con más fuera a la televisión estrenando la segunda temporada de “Scott y Milá”, el programa de entrevistas que lleva, junto a su perro Schnauzer en Movistar.
La presentadora lleva ya más de cuatro décadas en la televisión y a sus 68 años ya pocas cosas le sorprenden.
“Ahora estoy muy bien. Cuando te equilibran con las pastilla consigues ver la luz al final del túnel. Pero ahora estoy muy bien.
Yo regresé a Barcelona para cuidar de mi madre, pero también para refugiarme de Gran Hermano. Yo cuando lloraba me escondía. No quería que mi madre me viera llorar”“Ahora no me veo en GH. Yo soy mas de anónimos y ahora es otra cosa. Gran Hermano ya no es lo que era. Ahora es espectáculo. La casa les puede.
Antes se procuraba que no llegara ninguna información a la casa desde fuera. No se intervenía. Ahora se les informa, ven videos de lo que los otros concursantes dicen y hacen, reciben información de las redes sociales. Todo para provocar el enfrentamiento entre ellos.
No. No regresaría.
Yo una vez que corto, corto para siempre. Asi soy.”
“El último GH fue un infierno. No me creían. Bueno, creo que lo que pasa es que no querían creerme. Ellos me veían como llegaba al plató. Veían lo mal que me encontraba y que no podía seguir.
Suplicaba un poco de ilusión y no encontré nada”“No sigo GH. A veces un poco. Tengo tentaciones pero mi psiquiatra me ha dicho que a partir de las 10 de la noche no puedo ni coger el teléfono, ni tele, ni iPad, ni nada de nada para poder dormir.
Veo los resúmenes y a Jorge Javier que esta estupendo. Si que seguí mucho Supervivientes.”
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