Melody aterriza, se suelta la melena y aclara el drama eurovisivo

¡Redoble de tambores y gafas de sol XL! Porque sí, Melody ha vuelto. Y no en forma de chapa, sino en carne, hueso y sudadera roja. Ha pisado suelo español tras su paso por Eurovisión 2025, y lo ha hecho como solo ella sabe: natural, simpática y con ganas de soltar alguna que otra pullita.

El aeropuerto de Málaga se convirtió en el nuevo photocall improvisado, y ahí estaba ella: cómoda, sin rastro de lentejuelas, y con esa energía que ni 24ª posición en el festival ni titulares venenosos han conseguido apagar.

“Han dicho cosas que no son verdad”, soltó. ¡Zasca a los rumores! Que si salió corriendo de Basilea, que si no saludó al público, que si se fue sin despedirse… Pues no. Ella lo niega todo. “Eso es mentira”, dijo bien clarito. Y claro, la gente aplaudiendo como si les hubieran dicho que vuelve OT.

Melody, antes madre que diva

Y sí, Melody ha pasado de hacer escala en Madrid. ¿Por qué? “Porque me tocaba estar con mi niño”, dijo con más sentido común que toda la organización del Benidorm Fest junta. Llevaba dos semanas sin verlo, y a ver quién le dice que priorizar una rueda de prensa antes que a su hijo. ¡Bravo, mamá gorila!

También se reencontró con sus padres, que no pudieron estar en el festival. Porque una cosa es cantar “Esa diva”, y otra muy distinta olvidarse de quién te hizo los primeros bocadillos de mortadela.

Eurovisión: del subidón al batacazo

La cosa pintaba bien. Las apuestas la subían, el público estaba entregado y ella lo dio todo. Pero… España quedó 24 de 26. Sí, doloroso. Más que un zapato nuevo en plena Feria de Abril. 27 puntos del jurado y 10 del televoto. Y ni con esas se le borra la sonrisa.

“Hemos hecho un trabajo muy bonito”, dijo emocionada. Porque sí, a veces el arte no entiende de puntos. Y Melody, fiel a su esencia, prefiere la emoción de los estadios y la unión del pueblo antes que el ranking final. ¡Ole tú!

¿Y la política? ¿Hubo manos negras? ¿Votos estratégicos? Ella, de momento, se hace la sueca (nunca mejor dicho) y promete aclararlo en una futura rueda de prensa. O en una story de Instagram. Que nunca se sabe.

Melody post-Eurovisión: zen, clara y contundente

A los pocos días, Melody reapareció en redes con un vídeo que es oro puro. Nada de discursos fríos. Aquí todo directo y con voz de quien lleva años en el showbiz:
“Nos merecemos una charlita”, dijo. Y como si fuera tu amiga de toda la vida, se puso a soltar verdades con acento andaluz. “Estoy feliz. Hemos ganado porque hemos tenido amor. El arte y la música están por encima de todo”.

Y es que por mucho que Austria se haya llevado el micrófono de cristal, Melody se ha llevado otra cosa: el cariño del público, los memes más virales de la edición y, cómo no, un billete de vuelta a casa con los deberes emocionales bien hechos.

¿Queremos saber más? Sí. ¿Nos morimos por esa rueda de prensa? También. Pero mientras llega, que la dejen descansar, achuchar a su hijo y comerse un espeto en el paseo marítimo.