La esperada reaparición de los duques de Sussex, dos meses después de anunciar su intención de separarse de la familia real, no ha sido tan idílica como ellos pensaban.
A su llegada al lugar de entrega de los Premios Endeavour, el príncipe Harry y Meghan Markle fueron recibidos por los abucheos de decenas de personas. Pero, haciendo gala de un gran saber estar, no perdieron la sonrisa en ningún momento y también se dedicaron sus habituales miradas de amor. Ademas, presenciaron un mornento muy romántico cuando uno de los invitados a la gala pidió matrimonio a su novia allí mismo.
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