Aunque Harry acaba de definirla como su «alma gemela», según una biografía, la actriz nunca ha sido del agrado de Isabel II, que agradeció que se ausentara en el funeral de su marido
Si por algo se han caracterizado los Sussex desde que abandonaron a la familia real británica y Reino Unido es por tratar de proyectar una imagen perfecta de su matrimonio y de su labor filantrópica en sus apariciones públicas. La última, un acto de la ONU en Nueva York con motivo del Día Internacional de Nelson Mandela, en el que el príncipe Harry (37) no dudé en definir a Meghan (40) como su «alma gemela» en el discurso de apertura. Unas bonitas palabras que contrastan fuertemente con la opinión que, según un reciente libro sobre la pareja, tienen algunos de los seres queridos de Harry sobre Markle.
Tal y como revela la polémica obra del periodista Tom Bower basada en relatos de fuentes muy cercanas a Buckhingam, la californiana se mostró desde el principio de su noviazgo con el hijo pequeño del príncipe Carlos (73) como una «arribista» con «ínfulas de princesa» que nunca fue del agrado de los amigos más íntimos de su marido ni de su suegro. Tampoco de Isabel II (95), quien, al parecer, sintió un gran alivio cuando supo que la actriz no podía acudir al funeral del duque de Edimburgo por su avanzado embarazo. «Gracias a Dios, Meghan no viene», dijo la reina.
El 18 de julio de 2022, el duque y la duquesa de Sussex asistieron a la ceremonia del Premio Nelson Mandela de la ONU 2020 en las Naciones Unidas en Nueva York. El duque pronunció un discurso de apertura en el Día Internacional de Nelson Mandela. El Premio 2020 se otorga a Marianna Vardinoyannis de Grecia y al Dr. Morissanda Kouyate de Guinea. El premio, que se entrega cada cinco años, reconoce a las personas que han dedicado su vida al servicio de la humanidad.
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