En Holanda, el confinamiento ha sido menos estricto que en España, por lo que tanto Máxima (49) como el rey Guillermo (53) han seguido su rutina laboral fuera de palacio y se han podido implicar más directamente en la lucha contra la pandemia que asola el planeta.
En este sentido, la reina de los Países Bajos quiso visitar personalmente el hospital OLVG de Amsterdam para conocer de primera mano la transformación digital que se está llevando a cabo para atender virtualmente a los pacientes afectados por el coronavirus y a sus familiares.
Muy concienciada con las medidas higiénicas de protección, nada más entrar en el Centro médico la argentina, que no llevaba mascarilla -ya que en Holanda solo es obligatoria en los transportes públicos-, se desinfectaba las manos en un dispensador con gel hidroalcohólico y saludaba en la distancia con la mano al personal antes de la visita, en la que se mostró muy interesada en los avances para controlar la enfermedad.
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