El 20 de agosto de 2015, tras 11 años trabajando codo con codo con Ana Rosa Quintana, el periodista Màxim Huerta anunciaba que abandonaba ‘El programa de AR’. “Ha llegado la hora de navegar a un nuevo puerto. Después de 11 años, me despido de ‘El programa de Ana Rosa’”, escribía en su cuenta de Twitter. Un espacio que había sido para él “una escuela y una página diaria de emociones” y a la que hoy, 10 de abril, casi cuatro años después, ha regresado como si nunca se hubiera ido.
Màxim ha vuelto –ahora con nuevo nombre, Máximo–, aunque para sus compañeros siempre seguirá siendo Max, pero no ha regresado para quedarse sino para hablar de su nuevo libro: ‘Intimidad improvisada’.
Se notaba la confianza entre Ana Rosa y Màxim, tanto, que más que una entrevista parecía una charla entre amigos, en la que el invitado ha abierto su corazón y ha contado los momentos difíciles que vivió tras dimitir como ministro de Cultura y Deportes.
Cuando se fue de ‘El programa de AR’, Màxim tenía el pelo negro y ahora lo tiene prácticamente blanco. “La política da muchas canas”, comentaba Ana Rosa, mientras que Màxim se reía y afirmaba: “Entré con unas pocas y he cogido más. No como Ministro sino en la transición”. El periodista sólo duró seis días en el cargo debido a la avalancha de críticas tras conocerse que había tenido problemas con Hacienda, aunque no hubo fraude fiscal, decidió dimitir.
“Estoy bien, pero lo he pasado muy mal. Ha sido un tiempo muy duro“, confesaba Màxim, que no se arrepiente de haber dicho que “sí” a Pedro Sánchez. “Pensaba que era un proyecto ilusionante y no me arrepiento para nada. El Presidente me llamó una mañana, me hizo la propuesta y me dijo que no colgaba hasta que le contestase, dije sí y mi vida cambió”.
Sobre el día de su dimisión, Màxim ha reconocido que “fue duro. Ahora estoy feliz. Me he impuesto este tiempo de silencio, he querido estar callado y con ayuda médica y amigos puedo estar aquí hoy charlando“. El periodista ha narrado uno de los capítulos más duros de su vida: “Cuando iba de Madrid a Valencia, pensaba si me pasa algo en el coche me da igual. Me daba igual”.
Màxim ha comentado que a su madre no le gustaba nada que fuera ministro y que tras su dimisión se convirtió en su mayor apoyo: “Ella empeoró físicamente cuando dimití. Esa noche nos quedamos en casa, no hablamos y me dijo ‘qué hacemos de cenar’ y fue una comunión madre e hijo. Uno de los momentos más bonitos de mi vida”.
El periodista también ha querido ‘rendir’ un homenaje a su padre en su regreso a la televisión. “Me he puesto la chaqueta de mi padre para sentirme seguro. Era la que se ponía para las bodas y los entierros, aunque él se quedaba en el bar. Así estoy más cerca de él. Tuve una relación tormentosa con mi padre, pero cuando dejé el programa, en los últimos años del Alzheimer, estuve con él”.
Màxim también ha recordado su paso por los premios Goya en los que se presentó como ‘El breve’. “Un actor me dijo sal fuerte con la cabeza bien alta y hubo tal aplauso que me sentí muy liberado y dije ¡ay qué bien! Luego me fui al hotel y me metí en la cama como si hubiera terminado selectividad”.
Joaquín Prat, al que Màxim saludó un beso en la boca cuando llegó al programa, quiso saber si en este tiempo su amigo había encontrado pareja. “¿Tú crees que son tiempos de echarme novio? He descubierto que mis amigos son más amigos”, reconocía el escritor.
A pesar no haber recibido el respaldo de Pedro Sánchez tras su dimisión –”sólo hubo una breve llamada al mes que pasase todo”–, Màxim tiene claro que en la elecciones generales votará al Gobierno, en las Autonómicas a Íñigo Errejón y en las Municipales a Manuela Carmena.
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