La periodista ha pasado de ser la protagonista absoluta de la actualidad y aparecer en antena a diario a permanecer en un segundo plano sin que sus reportajes tengan ninguna repercusión.
A comienzos del mes de mayo, Marta Riesco (35) era apartada como colaboradora de ‘El programa de Ana Rosa’ y ‘Ya son las ocho’, después de que no pudiera, o quisiera, demostrar la supuesta llamada telefónica, que aseguró recibir de Rocío Carrasco (45).
Marta lanzó un órdago y perdió. Desde ese momento y hasta un mes después no se supo más de ella ni de su trabajo, a excepción de las imágenes que colgaba y sigue compartiendo en sus redes sociales, en las que muestra una vida de ensueño, feliz y de lo más activa.
Una actividad inusitada que no se refleja en los videos o reportajes que emiten en ‘El programa de Ana Rosa’ y en menor medida en el programa vespertino que capitanea Sonsoles Onega (44). En esos mismos platós un día reinó, pero no los ha vuelto a pisar, y en su lugar otras compañeras ejercen de colaboradoras. Una puerta que a ella se le ha cerrado y que la ha dejado relegada a cubrir eventos menores, nada que ver con su trabajo anterior, siempre informando sobre noticias de rabiosa actualidad.
ERA SU MAYOR MIEDO
Parece claro, pues, que su mayor temor se ha cumplido y que su relación con Antonio David Flores (46) le pasara factura a nivel profesional. Desafortunada en el trabajo, afortunada en el amor, así es la vida de Marta, quien aseguró que lucharía por su novio «contra viento y marea», aunque estos hayan condicionado su presente y futuro laboral.
Periodista y comentarista en esto del ‘salseo’ y el mundo del corazón.
Paseando disfrazada de gata curiosa entres famosos y famosetes.
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