“He tenido unos achaques de salud que me han minado mi personalidad. Yo soy una persona muy vital, muy energética”, explicaba contando que con los dolores que acusaba en las cervicales le impedían mover el brazo izquierdo haciendo que no se reconociera a sí mismo en ese estado. Que no cunda el pánico, está de vuelta y prácticamente como siempre: “Estoy al 95% de volver a ser Mario (para desgracia vuestra)”, bromeaba.
No era la primera vez que Vaquerizo reaparecía tras conocerse sus achaques de salud. Ya en febrero, junto a Alaska, quien ha sido su pilar fundamental para atravesar el bache, contaba que había tenido que retrasar la publicación de este libro y detallaba los momentos más duros mientras pasaba la Navidad y el comienzo de año completamente inmovilizado y en la cama: “Ya estoy mejor. Soy zurdo, pero al menos ya me puedo peinar solo sin la ayuda de Olvi. Lo he pasado mal. Estoy recuperándome, he estado igual que la película de Mamá cumple 100 años, pero ya voy siendo el de siempre. Estoy haciendo rehabilitación”.
Atrás quedan los mensajes más preocupantes con los que se disparaba la voz de alarma entre sus seguidores en redes sociales. “Llevo varios días desaparecido y metido en la cama por culpa de un pinzamiento (o como se diga) en la espalda, que me sigue teniendo KO y sin ganas de nada, ni nochevieja ni contestar a mensajes, ni ganas de hablar (y mira que es difícil)…”, escribía en una publicación de Instagram.
“El dolor continuo mina las energías. Te cambia el carácter y hace que a veces no seas tú”, decía, pero de momento Mario recupera su esencia con ganas de más proyectos.
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