María Teresa Campos engañada por sus hijas

Terelu y Carmen no le han contado a su madre que Belén Rodríguez, a la que considera parte de su familia, la traicionó filtrando a la prensa que Kiko Hernández y su nieta Alejandra iban a comer juntos en su casa.

De una manera u otra, las Campos siempre son noticia y generan el interés del público, que ha visto como los diferentes miembros de la familia recalaban en los programas vespertinos de Medíaset protagonizando la actualidad día, si y día también. Todo lo que dicen, hacen o piensan Terelu (57), Carmen Borrego (56) y Alejandra Rubio (22) recala en la audiencia, que sigue sin olvidar a la matriarca del clan, María Teresa Campos (81), toda una estrella de la Televisión con una trayectoria impecable y que, muy a su pesar, está ya jubilada y apartada de los focos que la vieron brillar durante décadas.

Pero, para sus hijas, María Teresa no solo es la presentadora que todos recordamos con cariño, sino también su madre, la persona que les dio la vida, a la que aman por encima de todo y a la que están dispuestas a proteger de todo aquello que le pueda causar algún daño, como haría cualquier hijo de bien. Una protección que pasa por ocultarle ciertos asuntos que podrían hacerle sufrir, solo que en su caso resulta más que complicado, ya que todo lo que las rodea, tanto bueno como malo, es de conocimiento público y, además, se trata cada tarde en ‘Sálvame’.

UNA HERMANA MÁS

«Sí, está totalmente al margen y creo que debe seguir al margen», ha asegurado Carmen, explicando que su madre no sabe que han roto la amistad con Belén después de sentirse totalmente traicionadas y decepcionadas con ella. Hay que recordar que esta comida supuso todo un revuelo porque la benjamina de las Campos había dicho públicamente que no le gustaba Kiko Hernández porque había hecho mucho daño a su madre y a su tía y, aunque estas le habían perdonado, ella no y era algo que no iba a olvidar.

También dijo no entender la amistad tan estrecha que había forjado el colaborador con su abuela, pero era algo que respetaba. De ahí el morbo de que Alejandra compartiera mesa y mantel con el ahora actor, y más aún en casa de la matriarca. Posteriormente, Alejandra ha reconocido que lo hizo a propósito, ya que ella acude semanalmente a comer con Teresa y se sumó a la cita sabiendo que él iba a asistir. La sorpresa fue que, al llegar al domicilio, se encontró con los fotógrafos en la puerta. Un asombro que comento ante el resto de los comensales, que no supieron darle una respuesta.

«MANERA ASQUEROSA»

Especialmente dolida con todo este tema se ha mostrado Terelu, que explicaba así su pesar: «A mí lo que me arrasa son dos cosas. Una, que mi hermana (por Belén Rodríguez) juegue con la que dice que es su madre. Otra, que hable así de mi hija, que lo único que ha hecho es acudir a la invitación de su abuela sin ningún miedo ni achantarse». Totalmente enfadada, la madre de Alejandra aseguraba que Belén actuó de una «manera asquerosa» en lo que ha considerado toda una «traición».

«Desgraciadamente, y muy a mi pesar, algún día sabremos quién es cada cual. Ni los buenos son tan buenos ni los malos especialmente malos, pero sobre todo los buenos no son tan buenos. Algún día se sabrá la verdad», aseveró, augurando que este asunto puede enturbiarse aún más, lo que está claro es que jamás Teresa pudo imaginar los tejemanejes que se urdieron en torno a lo que ella consideró una comida en familia, y por eso sus hijas quieren protegerla, conscientes de que desde hace tiempo no pasa por su mejor momento anímico.

MUCHAS POLÉMICAS

Es de suponer que habrán tomado la misma decisión sobre todo lo que ocurrió con la nuera de Borrego, Patricia Olmedo, que se despachó a gusto contra la que es su familia política, tildando a todas las Campos de «muy altivas» y llegando a decir que «se echan mierda y cobran de eso». Unas declaraciones incendiarias a las que siguió una exclusiva de Carmen en la que anuncié que va a ser abuela, y su madre, por tanto, bisabuela. Una gran noticia para todos que se vio ensombrecida por el momento en el que se produjo.

Teresa tiene por José María una gran predilección. Fue su primer nieto y varón, deslizaba alguien del entorno familiar, destacando el amor que la periodista tiene por su nieto. Razón suficiente para que su hija Carmen ‘dulcificará’ a su madre lo sucedido. De hecho, María Teresa sufrió mucho en el pasado con el enfrentamiento público que mantuvieron Carmen y Alejandra y les pidió que se sentaran a hablar y resolvieran sus diferencias. Porque, aunque parezca complicado que la matriarca no se entere de todo lo que ocurre a su alrededor, quienes la conocen afirman que en muchas ocasiones considera que todo es solo un ‘show’ televisivo.

Probablemente, preguntará a sus hijas, que saldrán del paso con mentiras piadosas con un buen fin: que no sufra en este momento tan complicado de su vida. No en vano se cumple un año desde que se mudó de la enorme mansión que tenía en Molino de la Hoz a una casa más pequeña en Aravaca, muy cerca de Terelu. Un cambio difícil al que le ha costado mucho acostumbrarse. «A determinadas edades cuesta más hacerse a lo nuevo. Fue todo muy drástico», confirma alguien de su círculo.

Aunque su mayor pesar sigue siendo no haberse podido despedir del público como considera que se merece y no tener un hueco en la televisión. «Yo necesito trabajar porque ese trabajo, aunque sea un poquito, llena mi vida. Yo no sé estar en mi casa sentada y a mí eso me está haciendo mucho daño porque creo que no es justo, que la única para la que no hay sitio soy yo», explicó en marzo a Anne Igartiburu (53) entre lágrimas. Las mismas que derramó su hija Terelu al escucharla, asegurando que se le parte el alma al ver así a su madre.

«No sabe lo que es una jubilación, porque, al igual que el resto de su generación, quiere morir con las botas puestas», aseguraba la colaboradora, que hace ya tiempo manifestó su intención de apartar a su madre de los medios y cuidarla, tal y como está haciendo. En este sentido, tanto ella como Carmen se ocupan de todo lo que necesita y de mantenerla en un Segundo plano. De hecho, si algo se sabe de María Teresa es gracias a su nieta Alejandra, que comparte en sus redes algunos de los momentos que pasa con su abuela, a la que adora.

Su fiel escudero, Gustavo, tampoco se separa de ella, y entre todos intentan que tenga una vejez tranquila y apacible, ya que, por fortuna y exceptuando los achaques propios de la edad, goza de buena salud. Según su entorno, lo que la sume en la «tristeza» es el aburrimiento y la falta de actividad. Pero es evidente que lo que no necesita son problemas y por eso sus hijas, con todo el amor del mundo, hacen todo lo posible para que sea así.