María Pombo, la influencer que lo mismo te vende un vestido que te cuenta su vida en Instagram, ha decidido romper su silencio sobre el escándalo de plagio que sacudió a su marca de ropa, Name The Brand. Y no, no lo hace con un comunicado aburrido, sino en una entrevista con Ac2ality, donde suelta toda la sopa con ese toque de “yo no fui, pero sí fui” que tanto nos encanta.
“El vestido no era un plagio… bueno, sí, pero tenía más de siete diferencias”
Resulta que, en julio de 2023, Name The Brand fue acusada de copiar un diseño de The IQ Collection, la marca de Inés Domecq. ¿El vestido en cuestión? Uno de la colección Garden Stories, que desapareció de la web más rápido que un like en una foto de Kim Kardashian.
Pero ahora, María ha decidido aclarar las cosas, y lo hace con esa mezcla de sinceridad y justificación que solo ella sabe manejar. “No era un plagio como tal, porque había más de siete diferencias con la prenda original”, dice, como si eso la eximiera de toda culpa. Vamos, que el vestido era como el primo lejano que se parece a ti, pero con otro corte de pelo y unos zapatos diferentes.
“Era obvio que estaba copiado, pero no era un plagio al 100%”, añade, intentando salvar los muebles. Pero, querida María, en el mundo de la moda, una copia es una copia, aunque le pongas un lazo y le cambies el color.
“Perdimos una facturación enorme, pero hey, la vida sigue”
Aquí es donde la cosa se pone jugosa. María confiesa que el escándalo les costó una “facturación enorme”, y que de esa colección no sacaron ni un euro de beneficio. “Es una faena, porque cuesta mucho dinero sacar beneficio a un diseño”, dice, como si no supiéramos que en el mundo de la moda todo es un riesgo.
Pero no todo es tristeza y lágrimas en el mundo de Pombo. La influencer asegura que tomó cartas en el asunto y “prescindió” de los servicios de la diseñadora responsable del vestido. “No era ético seguir vendiéndolo”, admite, demostrando que, al menos, tiene un poquito de conciencia.
“Si estuviera al 100%, me ahorraría muchos disgustos”
Aquí es donde María se pone filosófica y nos suelta una de esas frases que podrían ser el título de un libro de autoayuda. “Si estuviera al cien por cien, me ahorraría muchos disgustos”, dice, refiriéndose a que delegó demasiado en otras personas y eso le pasó factura.
Vamos, que María se dio cuenta de que no puede estar en todas partes: ni diseñando, ni gestionando, ni posando para Instagram. “Mi fuerte son las redes sociales y la comunicación”, reconoce, como si no lo supiéramos. Pero, querida, en el mundo de los negocios, delegar es necesario, aunque a veces salga el tiro por la culata.
“En los éxitos siempre es mi nombre, pero en los fracasos también”
Aquí llega la reflexión más profunda de la entrevista. María reconoce que su nombre es su mayor arma, pero también su mayor carga. “En los éxitos siempre es mi nombre, María Pombo, pero cuando pasan cosas malas, se multiplica por diez”, dice, con ese tono de “pobrecita yo” que tanto nos divierte.
Y es que, en el mundo de las influencers, el nombre lo es todo. Pero cuando las cosas se tuercen, ese mismo nombre se convierte en un imán para los memes y los comentarios sarcásticos. María lo sabe, y por eso intenta navegar entre el éxito y el fracaso con esa mezcla de elegancia y desparpajo que la caracteriza.
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