Menu

Lydia Lozano hundida

La periodista celebra una nueva vuelta al Sol tras unos meses en los que ha llorado mucho por varios problemas de salud relacionados con la osteoporosis que padece y por las críticas y la incomprensión de sus compañeros de ‘Sálvame’

Lydia Lozano deja atrás su año más duro

El 12 de diciembre, Lydia Lozano ha soplado las 62 velas de su tarta, dejando atrás un año muy complicado en varios aspectos, tanto personales como laborales. Por eso, quizá esta sea la ocasión perfecta para celebrarlo por todo lo alto, algo que siempre hacía por su aniversario antes de que la pandemia llegara a nuestras vidas. Una fiesta que tampoco celebró el año pasado, ya que la muerte de su hermano Jorge estaba muy reciente, tuvo que operarse de las cervicales y la erupción del volcán de La Palma estaba arrasando la tierra de sus antepasados.

No es mucho aventurar que en aquel momento deseó que el año que iba a empezar fuera mejor, pero lo cierto es que la periodista ha vivido unos meses marcados por el dolor y las amargas lágrimas.

Lydia Lozano deja atras su ano mas duro 1 1024x768 - Lydia Lozano hundida

La dolorosa operación de Lydia Lozano

La principal causa de sus desvelos y sufrimiento ha sido su salud. Activa como nadie, todoterreno, divertida y dispuesta siempre a bailar un ‘chuminero’, Lydia no podía evitar echarse a llorar al explicar que no va a poder llevar el mismo ritmo de vida por la osteoporosis que le han diagnosticado. Me tengo que cuidar muchísimo, es una faena. Con la osteoporosis y la menopausia, si tienes poco calcio, todos los huesos se te van haciendo hijitos, le explicó a Jorge Javier Vásquez (52) entre lágrimas

La dolorosa operacion de Lydia Lozano 1024x576 - Lydia Lozano hundida

«Eso es lo que me ha hecho venirme abajo. A partir de ahora tengo que ir mucho al ginecólogo, tengo que andar todos los días… Mi espalda es un hilo».

Confesiones que realizó después de tener que pasar por quirófano para operarse de urgencia tras sufrir unos dolores muy fuertes e incapacitantes. En un directo, y sin poder dejar de llorar, explicó que la vertebra 8 se le había fracturado pegándose a la vértebra anterior por la osteoporosis.

  ¿Se equivocó Boris Izaguirre con su amiga Tamara Falcó?

Tras la intervención, que fue todo un éxito, la colaboradora paso por una dolorosa recuperación en la que tuvo que llevar un incómodo chaleco con una barra de hierro. Miedosa en todo lo que se refiere a la salud dicho por ella misma, solo cinco meses antes una caída tonta hizo que se fracturara la mano. Una rotura que se hizo al ponerse una bota con solo un pie apoyado y con tan mala fortuna que, al perder el equilibrio, apoyó con fuerza el brazo en el suelo fracturándoselo.

Una muestra de la fragilidad de sus huesos y que evidencia que tiene que extremar los cuidados y movimientos para no lesionarse. Una vulnerabilidad que le da mucha rabia porque no le gusta tener que pedir ayuda, aunque su marido, Charly, que es uno de los pilares de su vida, está encantado de hacerlo. «Yo, que soy tan independiente, voy a ser dependiente ahora y me pone muy nerviosa», decía a sus compañeros tras romperse el radio del antebrazo.

  La nueva faceta de Antonio Rossi

Lydia Lozano en el punto de mira

Pasional como ninguna, también ha derramado más de una lágrima en el plató de ‘Sálvame’ al sentirse incomprendida o atacada por sus compañeros. Incluso admitió que no se encuentra cómoda con los cambios que ha sufrido el espacio para hacer frente a la crisis de audiencia, admitiendo que tiene que «adaptarse» y que se siente como si estuviera «de visita».

Lydia Lozano fashion week 1024x576 - Lydia Lozano hundida

Muy polémica fue también su participación en la Fashion Week, donde la acusaron de tratar mal a sus compañeros detrás de cámaras, de quejarse continuamente por «no sentirse guapa» y de negarse a llevar el vestido que Ana María Aldón (44) había diseñado para ella por no preguntarle antes sus gustos y complejos. Y, para acabar este año tan complicado, la visita de AlBano Carrisi (79) al ‘Deluxe’ la dejó «rota y devastada» y fue incapaz de sentarse con él, como estaba previsto.

«No fui porque a mi madre le dio un «parraque» y me dijo que no me sentara porque me iba a utilizar», se justificó Lydia, que volvió a escuchar cómo el italiano dijo: «El dolor que ha causado no tiene perdón». Todo ello hace que, a buen seguro, la periodista quiera dejar este año atrás y empezar sus 62 con más alegría.


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *