El 9 de octubre de 2024, la Presidenta de Islandia, Halla Tomasdóttir, y su esposo, Bjorn Skulason, fueron recibidos con gran esplendor por los Reyes Federico y María de Dinamarca, quienes ofrecieron una cena de Estado en el majestuoso Palacio de Christiansborg, ubicado en el corazón de Copenhague. Este evento, organizado en el marco de la visita de Estado de dos días que la presidenta islandesa está realizando por invitación de la familia real danesa, marca un hito significativo en las relaciones bilaterales entre Dinamarca e Islandia.
Un escenario cargado de simbolismo
El Palacio de Christiansborg, sede del Parlamento danés, la Oficina del Primer Ministro y el Tribunal Supremo, es también un símbolo de la rica historia monárquica del país, lo que añade un toque especial a la ocasión. El salón de banquetes, iluminado por magníficas arañas de cristal y decorado con tapices que narran la historia de Dinamarca, sirvió como el escenario perfecto para una velada de carácter diplomático y cultural.
Invitados distinguidos y discursos destacados
A la cena asistieron personalidades clave de ambos países. La Princesa Benedicta, hermana del rey, estuvo presente, al igual que miembros del gobierno danés, representantes de los sectores empresarial, cultural y deportivo de Dinamarca e Islandia, así como dignatarios de la delegación islandesa. También se unieron a la velada miembros de la Corte Real de Dinamarca, fortaleciendo aún más el sentido de tradición y lazos familiares que unen a ambas naciones.
El Rey Federico X, en su discurso, destacó la importancia de los lazos históricos que unen a Dinamarca con Islandia, subrayando el carácter especial de esta visita de Estado, la primera desde que Halla Tomasdóttir asumió la presidencia. Por su parte, la presidenta islandesa expresó su gratitud por la cálida recepción y la oportunidad de reforzar las relaciones entre ambas naciones.
Un menú digno de la realeza
El menú de la cena fue cuidadosamente seleccionado, destacando lo mejor de la gastronomía nórdica. Los chefs del Palacio de Christiansborg crearon un banquete que combinaba los sabores tradicionales de Dinamarca e Islandia, incluyendo mariscos frescos, carnes de caza y productos de temporada, acompañados por vinos exclusivos.
Un acto de diplomacia cultural
Más allá del protocolo y la diplomacia política, esta cena de Estado sirvió como un intercambio cultural en el que se celebró la rica herencia compartida entre ambas naciones. Islandia y Dinamarca comparten una historia que se remonta a siglos atrás, y este tipo de eventos refuerzan no solo las relaciones políticas, sino también los lazos culturales y sociales.
falda
de Yves Saint Laurent
Melissa Reginald es una experta en Casas Reales, y a la que muchos consideran como la Jaime Peñafiel en la sombra. Poco amiga de los medios audiovisuales porque siempre ha sido muy celosa de su intimidad. Sabe mucho. Habla lo justo.
Deja una respuesta