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Lolita celebra sus 63 primaveras

Pese a que le costó más que a sus hermanos, con mucho sudor, tesón y talento la primogénita del clan Flores se ha ganado el reconocimiento profesional sobre las tablas y en televisión

Como un buen plato de cocina, hecho a fuego lento y con mucho amor, Lolita ha llegado a los 63 años en su plenitud profesional. Y es que, gracias a su esfuerzo, tesón y talento, la primogénita del clan Flores puede presumir de haberse labrado, paso a paso, una consolidada trayectoria como artista. Y ahora, en la madurez, triunfa sobre las tablas con obras de teatro como ‘Llévame hasta el cielo’; sin olvidar su faceta televisiva como jurado en ‘talent shows’ como «Tu cara me suena’.

A diferencia de sus hermanos, Antonio y Rosario (57), que despuntaron a una edad muy temprana en el mundo de la música, Lolita ha tardado más en beber de las mieles del reconocimiento profesional-, pero lo ha conseguido con el paso de las décadas y no hay duda de que es una apuesta segura sobre cualquier escenario o plató que se precie. No en vano el arte corre por sus venas desde que nació.

LOS INICIOS EN LA MÚSICA

La hija mayor de Lola Flores y Antonio González ‘el Pescailla’ debuté como cantante en 1975, a los 17 años. Con su`primer éxito, ‘Amor, amor’, alcanzó una gran popularidad, tanto en España como en Latinoamérica. Tanto fue a que se embarcó en una ` mundial con su madre y su tía Carmen (84).

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Ya en los primeros años de la década de los ochenta Lolita compaginó los con ciertos con la Faraona con la publicación de sus propios álbumes. ‘Atrévete’ y ‘Estúpido’ fueron algunos de sus trabajos en solitario, en los que destacaban los temas melódicos de amor y desamor. No obstante, siempre vivió bajo la alargada sombra de la matriarca del clan, con la que nunca dejé de colaborar. Su muerte en 1995, así como la de su hermano, Antonio, marco un antes y un después no solo a nivel personal en la vida de Iolita, sino también en lo profesional. A pesar de probar nuevos estilos musicales, su carrera a partir de este momento fue bastante irregular. Tanto es así que hasta el nuevo siglo con temas como ‘Sarandonga’ no se ganó de nuevo al público.

SU FACETA DE ACTRIZ

Sin embargo, durante las dos últimas décadas su trayectoria como cantante no ha sido demasiado productiva. «Ninguna casa discográfica me contrata», ha llegado a reconocer alguna vez. Sin embargo, a la madrileña le ha ido mucho mejor como actriz. Y eso que tras su primera película, en 1976, tanto ella como sus padres decidieron que era mejor que se centrara en la música. En los noventa participé en series como ‘Los ladrones van a la oficina’ y ‘Hostal Royal Manzanares’, pero su gran momento llegó en 2002, cuando su regreso al cine con ‘Rencor’ le proporcionó el Goya a la mejor actriz revelación. Ya reconocida como actriz, la madre de Elena Furiase (33) ha trabajado en varios filmes y series. Su último trabajo en la pequeña pantalla fue ‘Centro médico’ en 2018, donde coincidió con su hija. Pero si hay un lugar que se le «ha metido en la piel» es el teatro.

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Su debut en las tablas fue en 2005 con ‘Ana en el trópico’. Desde entonces no ha dejado de aparecer en cartel y de recibir el favor del público y la critica. En los últimos arios compagina sus giras con la tele, a la que ha estado ligada como colaboradora o presentadora mucho tiempo. Y es que, aunque no le falta faena, Flores ha admitido varias veces que «la vida del actor no es fácil». Muestra de ello son los problemas con Hacienda que tuvo por unas deudas acumuladas. «Los artistas hay meses que trabajamos mucho y otros que no», explico tras tener que vender su casa para pagar una multa de 600.000 euros. Dificultades aparte, Lolita también ha dejado siempre claro que tiene cuerda para rato. ¿Su secreto? «Me divierto con mi trabajo», asegura.

MARCADA POR LA TRAGEDIA

Las muertes de Lola y Antonio Flores con tan solo quince días de diferencia en 1995 fueron dos golpes durísimos para Lolita, que, tal y como reconoció muchos años más tarde en una entrevista a Benin Osbome (66), le «volvieron loca».

El fallecimiento en 1999 de su padre, Antonio González ‘el Pescailla’ también supuso otra tragedia para ella, así como para su hermana, Rosario, a la que está muy unida. Ambas mantienen vivos el legado y el arte de un clan artístico clave en la historia de nuestro país.


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