Laura Cuevas ha dicho basta. Y no un basta cualquiera. Ha sido un “me largo de aquí o me sacan en camilla”. Porque si algo tiene la isla este año, además de mosquitos y peleas en prime time, es drama. Y del bueno.
Después de una semana digna de telenovela turca —con su marido Carlos soltándole perlitas en directo, expulsada del grupo y reconvertida en parásita oficial de los Cayos Cochinos— Laura ha activado el protocolo de abandono. Que traducido al idioma superviviente es: “estoy a un plátano de distancia de volverme loca”.
“Estoy muy débil, física y mentalmente ya no puedo más”, confesaba ella con esa carita de “me quiero ir pero no quiero quedar como la que se rinde”.
Del drama conyugal al aislamiento total
Todo empezó con la visita de su marido, que más que una visita fue un plot twist digno de Netflix. Carlos, en lugar de darle un abrazo y una dosis de apoyo emocional, decidió dejarle un recuerdo en forma de reproches. Y claro, Laura, que venía ya tocada del hambre y el estrés, terminó por explotar.
Después llegó la expulsión. Bueno, una de esas expulsiones con trampa que solo se entienden en Telecinco: “Estás fuera… pero no. Vas a vivir sola, como una náufraga deluxe, sin juegos, sin comida, sin nadie. Bienvenida a tu nuevo hogar: la plataforma del parásito”.
Jorge Javier Vázquez, con esa diplomacia suya tan delicada como una cacerola en la cabeza, lo dejó clarito:
“No puedes hacer nada. Tus compañeros te tendrán que dar de comer… si quieren. Y si no quieren, pues te aguantas.”
Un mensaje lleno de cariño, motivación y espíritu de equipo. Vamos, lo justo para que Laura quisiera tirarse al mar sin flotador.
Una Laura hundida… pero aún no fuera
Mientras Sandra Barneda intentaba darle ánimos desde el plató —”es la primera vez que te veo sin sonrisa”— Laura hacía balance de todo el horror emocional que lleva acumulado.
“Pienso en lo que me dijo mi marido, en mi madre, en mi hija… Todo esto me ha hecho trizas”, confesaba entre lágrimas y ojeras nivel supervivencia extrema.
Y por si fuera poco, la escasez de comida ya ha empezado a hacer mella. “No me llega nada, pero no culpo a mis compañeros”, decía ella con una dignidad que ni una reina sin corona. Lo que no dijo es que si esto sigue así, va a salir de la isla convertida en modelo de pasarela.
Porque una cosa está clara: Laura no se rinde fácilmente, pero la isla tampoco perdona.

La loca más divertida de la redacción de GATITAROSA. Rosa… muy rosa… y alocada nuestra nueva incorporación. Redactora de “Supervivientes 2023” y otros cotilleos televisivos.
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