El pasado 6 de enero de 2025, el rey Federico y la reina María llevaron a cabo las emblemáticas recepciones de Año Nuevo, un evento que se ha consolidado como una de las tradiciones más significativas de la casa real danesa. Estas ceremonias, organizadas con meticuloso protocolo, reunieron a distinguidas personalidades y representaron una ocasión especial para reafirmar la unidad y el compromiso de la monarquía con las instituciones del país.
Primera recepción: El Palacio de Christian VII como escenario
La jornada inició con una recepción celebrada en el icónico Palacio de Christian VII, situado en el complejo de Amalienborg, residencia oficial de la familia real. En este acto, los invitados de honor fueron los jueces del Tribunal Supremo, los Guardias Reales y los Regimientos de la Casa de Guardia. Estas figuras representan pilares fundamentales del estado y la defensa de Dinamarca, y su presencia subraya la importancia de su labor en la sociedad danesa.






Segunda recepción: El Cuerpo Diplomático en Christiansborg
Posteriormente, el Palacio de Christiansborg, reconocido como la sede del Parlamento danés y una joya arquitectónica, fue el lugar elegido para la segunda recepción del día. Este evento estuvo dedicado exclusivamente al Cuerpo Diplomático, que desempeña un papel crucial en la representación de Dinamarca ante el mundo. La reunión simbolizó no solo el respeto hacia los embajadores y diplomáticos acreditados en el país, sino también el compromiso de la casa real con la diplomacia internacional y las relaciones exteriores.
Elegancia regia: El vestido de la reina María
Uno de los aspectos más comentados de las recepciones fue la elección de vestuario de la reina María de Dinamarca. Para esta ocasión, la soberana lució un deslumbrante vestido de brocado dorado, una pieza que había utilizado anteriormente en una ocasión igualmente especial. Diseñado por Teri Jon por Rickie Freeman, este vestido hizo su primera aparición pública durante la visita de la pareja real a Groenlandia en el verano de 2024. La elección de repetir este atuendo no solo destaca por su sofisticación, sino también por su valor simbólico, ya que refleja un enfoque sostenible y consciente en la moda.


Melissa Reginald es una experta en Casas Reales, y a la que muchos consideran como la Jaime Peñafiel en la sombra. Poco amiga de los medios audiovisuales porque siempre ha sido muy celosa de su intimidad. Sabe mucho. Habla lo justo.
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