Cada vez hay más mujeres que han sustituido el limpiador facial por el agua micelar. Y no es para menos, ya que su composición formulada a base de micelas -moléculas capaces de atraer la suciedad y el sebo del rostro, aislándola y transportándola a través del agua es perfecta para purificar la piel, al mismo tiempo que la tonifica e hidrata. Por eso, muchas personas se decantan por ella una vez que la prueban, ya que, entre otras cosas, reseca mucho menos que otros desmaquillantes y geles faciales.
De hecho, gracias a sus particularidades resulta especialmente útil en pieles delicadas o con acné porque no agrede la dermis, ya que no lleva alcoholes ni parabenos, y suele ser de los productos con mejor tolerancia dérmica. Para aplicarla correctamente, tan solo hay que empapar generosamente un disco de algodón y realizar movimientos circulares por toda la cara, incluidos los párpados, sin presionar. No es necesario aclarar.
Lorena Martín de Vidales es una apasionada especialista en belleza y vida sana, comprometida en ayudar a las personas a descubrir su mejor versión a través de prácticas saludables y cuidados de la piel efectivos. Con una sólida formación en cosmetología y nutrición, Lorena ha dedicado su carrera a investigar y compartir los secretos para mantener una piel radiante y un estilo de vida equilibrado.
Deja una respuesta