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La tristeza de Canales Rivera

«Ahora está descansando porque el último año ha sido durísimo para él», ha reconocido abatido el torero sobre su progenitor, fallecido tras una larga enfermedad y al que han despedido en la más estricta intimidad.


José Antonio Canales Rivera (47) vive un momento muy complicado. A la polémica por la herencia de su tío José Rivera, Riverita, fallecido el 22 de enero, (Polémica por la herencia de José ‘Riverita’) se suma ahora una de las pérdidas más difíciles de su vida: la de su padre, José Antonio. El que fuera cuñado y chófer de Paquirri, «un tipo muy querido», según el colaborador de Sálvame, fallecía en Cádiz tras una larga enfermedad. Aunque no han trascendido las causas de la muerte, hace unos meses, su viuda, Teresa Rivera, aseguro que su marido estaba «mal» y que no podía dividirse para cuidar a su hermano. «No estamos ninguno bien, pero estas cosas son así y afortunadamente ha sido rápido», ha confesado el torero, quien no olvida lo importante que fue en su vida tras la separación de la madre de sus hijos. «En ese momento, mi padre fue un auténtico descubrimiento, estuvo atento, pendiente, dispuesto», recuerda. Sobre su figura en la familia, recuerda que «fue exigente, no duro» y que le gustaría estar «a su altura». Tras el duro golpe, el colaborador solo encuentra un consuelo: «Ahora está descansando porque el último año ha sido durísimo para él, pero también para mi madre».

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GRAN ENTEREZA

Precisamente en ella es en quien están ahora centrados tanto él como sus hermanos. «Nos preocupa mucho mi madre… No se ha retirado ni un momento de su lado», afirmaba para reconocer que tiene que empezar «a cambiar hábitos» y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida: «Lleva tres años sin ir a la playa, vamos a disfrutar mucho cuando llegue el momento». Mientras tanto, Teresa ha vuelto a hacer gala de una enorme entereza que, sin duda, le ayudaré a superar el duelo. «Hay que soportarlo como se pueda porque… ya llevo cinco muertes, que se llevan en el pecho», ha admitido serena, sin olvidar a sus padres y hermanos.


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