Tras el estreno de ‘Cristo y Rey’ la artista se sincera sobre los pasajes más oscuros de su matrimonio, y el hecho de que muchos no creyeran su versión. «Creo que es por envidia, ha sido una tónica general desde jovencita», asevera.
Atresmedia ya ha estrenado la serie ‘Cristo y Rey’, que narra la turbulenta relación sentimental entre Bárbara Rey (72) y Ángel Cristo. Una ficción que ha devuelto a la ‘vedette’ a la actualidad y en la que ha colaborado activamente. «Quién mejor que yo para saber cómo ha sido mi vida», afirma con la sinceridad que le caracteriza.
La misma de la que hace gala al confesar que sabe que la gente «la quiere y la entiende», y no así algunos medios que no creyeron los pasajes más oscuros de su historia con el domador, como los malos tratos que denunció, y a los que acusa de haber intentado hundirla. «No han podido ni podrán», afirma convencida, además de compartir la que considera la razón de que algunos la cuestionaran: Aunque suene a prepotente o pedante, creo que es por envidia.
La envidia ha sido una tónica general en mi vida desde que era jovencita. He sido una trabajadora y luchadora que he salido hacia delante en situaciones complejas, y eso no siempre se entienden.
HERIDAS REABIERTAS
Durante 8 capítulos, la murciana revivirá su relación con el que fue su marido, lo que ha reabierto viejas heridas. «Me ha revuelto recordar cosas que he vivido, y eso que tengo muchísimo más para contar… Mi matrimonio fue muy doloroso desde el principio, con cosas que nunca he contado ni ahora voy a desvelar. Por eso se han tenido que dulcificar algunos momentos», afirma, haciendo hincapié en la «amargura» y la «falta de libertad» que sufrió.
Una realidad muy diferente a la que vive ahora en Marbella, donde disfruta de una plácida jubilación en la que aprovecha para estar con sus amigas y con sus dos hijos, Ángel (41) y Sofía (39), que son su debilidad junto con su nieta, de 5 años, con los que ha logrado la paz y la tranquilidad que no tuvo en el pasado.
Periodista y comentarista en esto del ‘salseo’ y el mundo del corazón.
Paseando disfrazada de gata curiosa entres famosos y famosetes.
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