Fabio Colloricchio no ha tenido tiempo para relajarse desde que ayer, recién llegado de Honduras, disputara la reñidísima final de ‘Supervivientes 2019’, que finalmente ganó Omar Montes. El argentino ha estado este viernes en ‘MYHYV’ acompañado de Violeta para dar la cara ante Julen. A pesar de que se han saludado de manera cordial y educada, manteniendo las formas, su cara a cara ha acabado derivando en un agrio enfrentamiento del que Fabio no ha salido bien parado.
Julen le ha ganado el terreno absolutamente al finalista del reality. No solo tenía muy claros sus argumentos, muy bien razonados, sino que el papel de engañado le favorecía mucho más.
Fabio y Violeta escuchaban atentos cada una de sus palabras y valoraban positivamente asintiendo todo lo que decía. El argentino tomaba la palabra para justificar que se lanzara con Violeta y el motivo por el que reprimió sus sentimientos hasta que quedara claro que la extronista estaba ‘libre’. «No sé si recuerdas que yo ya en la palapa cuando nos estábamos conociendo nos empezamos a gustar con Violeta y yo le dije que, habiendo una persona fuera, no iba a comenzar nada», señalaba antes de confesar: «No te voy a negar que yo tenía ganas de besarla». Una frase quizás poco elegante y que ha encendido los ánimos de Julen.
«Yo es que a ti no te puedo echar nada en cara, porque sería en todo caso a ella, y ya lo hice en su día», afirmaba el ‘ex’ de Violeta intentaba mantener la calma y el mismo tono conciliador. Pero ha durado poco y ha lanzado su primer reproche: «Yo lo único que podría decirte es que cuando estuviste en la cama con Omar (a lo mejor te explicaste mal), pero dijiste que te fijaste en Violeta porque, literalmente, estaba buena y que tuviera un novio fuera fue un plus, y eso me rayó un poco».
Fabio, visiblemente acorralado y sin una manera poderosa de justificarse, acababa soltando una frase de dudoso gusto: «No voy a decir que me expliqué mal, sino que voy a ser sincero, y es que a veces las cosas prohibidas, llaman a hacerlas. Pero no la hice. Y no quiere decir que yo te haya faltado al respeto». Violeta asistía entre la sorpresa y el estupor a una reñidísima pelea de gallos donde la reducían a mero objeto que poseer. ¡Y eso no podía ser! Con el carácter que ha demostrado siempre. ¿Cómo que tardaba tanto en reaccionar?
«Tienes que saber que en estos casos el tercero es el que sufre y en este caso soy yo. Lo sabías y fue un incentivo para que empezaras la relación», declaraba finalmente Julen.
Violeta, disimulando que su irritación iba en aumento porque no se estaba teniendo en cuenta su papel en esta situación, ya no podía contenerse e intervenía, poniendo los puntos sobre las íes a ambos: !Yo estoy de acuerdo con Julen. En todo caso, quien la tiene que dar explicaciones soy yo. Dos no hacen si uno no quiere y aquí fui yo la que quería». Se puede decir más alto, pero no más claro.
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