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La mujer de Fidel Albiac

La mujer de Fidel Albiac

La mujer de Fidel Albiac ha explicado que no coge el teléfono a Rocío Flores porque «no esté preparada» para hablar con ella y piensa que la joven tampoco. Además, no cree en sus palabras porque esté convencida de que esté «manipulada».

Hasta cinco millones de españoles fueron testigos de la primera entrevista de Rocío Carrasco (43) en televisión para hablar de su verdad tras la emisión de los siete primeros episodios de su documental. La hija de Rocío Jurado pisaba el plató con «muchos nervios y ganas de llorar», pero segura de sí misma, y afirmaba que «era necesario» y que en este momento de su vida tenía «la fuerza para hacerlo», volviendo a insistir en que la finalidad de contar su experiencia no es otra que ser escuchada y que se conozca el infierno en el que ha vivido por culpa de Antonio David Flores (45). Cuando Rocío aceptó ser entrevistada, su objetivo era aclarar las dudas que habían surgido tras la emisión del documental, pero el mensaje desgarrador de su hija, Rocío Flores (24), días antes pidiéndole públicamente desde El programa de Ana Rosa que se pusiera en contacto con ella y con su hermano, David (22), cambió los planes iniciales y la relación con su hija mayor paso a ser el tema central.

NO RECONOCE A «SU NIÑA»

La mujer de Fidel Albiac (48) relató en primera persona lo que ya habían publicado algunos medios hace tiempo, una información que ella afirma que intento parar y que marco la ruptura con su hija. «Rocío me agrede y yo termino en un hospital», confesaba, para a renglón seguido pedir públicamente que no se ataque a la joven. «Ella no tiene la culpa. La culpa la tiene su padre. Ella llega a ser verdugo porque antes ha sido víctima, una víctima incluso más vulnerable que yo», explicaba intentando proteger a Ro, como siempre asegura haber hecho. Sin embargo, ella misma relataba con crudeza lo sucedido el 27 de julio de 2012, cuando su hija le pegó una «paliza» que la llevé al hospital tras «dejarla inconsciente». «Estoy contando este episodio de mi vida tan terrorífico porque sin él yo no puedo contar la magnitud del monstruo que es su padre, porque este episodio es su obra maestra», decía con vehemencia. Tras el durísimo relato, explicaba alto y claro por qué no había cogido el teléfono a su hija en las cuatro ocasiones en las que la ha llamado:

Sé que ella no está preparada ni yo tampoco. Tiene que pasar tiempo, que yo esté preparada y ella esté preparada. No voy a decir lo que ella debe hacer… Sé lo que tengo que hacer yo, prepararme, con terapia, con fármacos. Cuando digo esto, es porque tengo detrás un equipo que me dice que no lo haga, que voy a volver al principio, a la casilla de salida.

Pero esa no es la única razón de su rechazo. Ante las preguntas de los periodistas, Carrasco afirmaba sin titubeos que no solo no le conmovieron las palabras de su hija, sino que no se las creía porque considera que esta «manipulada» por su padre, insistiendo en que habla en boca de Antonio David.

¿La han criminalizado?

Como viene siendo habitual desde que la hija de ‘la mas grande’ decidió hablar, sus declaraciones han causado un tsunami de opiniones, algunas a favor y otras en contra, que se pusieron de manifiesto primero en Twitter, donde los internautas mantuvieron un acalorado debate entre ellos en directo, y que después se han trasladado a los medios de comunicación. Lo cierto es que su escalofriante relato no ha dejado a nadie indiferente y ha convencido a muchos, que aseguran entender la postura que tiene hacia su hija, pero no a todos. Y es más, aún ha creado más dudas de las que había en un principio. Unos interrogantes que no solo se hacen los telespectadores, sino también los colaboradores de los diferentes programas de televisión.

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Joaquín Prat (46) era el primero que ponía en la mesa el argumento que había dado Carrasco para no hablar con su hija y que no era otro que seguir el consejo de sus terapeutas. «Me planteo como son esos terapeutas que no te permiten hablar con tu hija, pero si dejarla a los pies de los caballos», se preguntaba evidenciando la difícil situación en la que ha puesto a su hija al dejar su imagen tan maltrecha. No en vano, y a pesar de que la madre pidió que no se reprochara a la joven por este comportamiento a los 15 años, el suceso que contó y los detalles sobre la reacción posterior de la joven, que asegura que se montó en el coche con indiferencia tras dejarla en el suelo y llamando a su padre para decirle: «Ya está hecho», la han convertido en presa fácil de los comentarios maledicentes en una época, además, en que los insultos en las redes estén a la orden del día. Para muchos, esta actitud es contradictoria, sobre todo porque la hija de la Jurado ha vivido en sus propias carnes y ha denunciado la presión pública y, por tanto, conoce de primera mano lo que puede sufrir su primogénita. En este sentido, Ana Rosa Quintana (65) aseguraba que seguía sin entender por qué hablaba así de su hija, aunque esté sufriendo mucho, porque la protección de una madre a un hijo «es lo más importante y está por encima de todo». Alessandro Lequio (60), por su parte, argumentó que con esas palabras estaba «criminalizando» a su hija, sobre todo por la descripción de Ro como un instrumento en manos de su padre para hacerle daño a ella, con frases como estas: «La agresión de mi hija Rocío fue la obra maestra de su padre para matarme» o «si me hubiera suicidado, ese ser hubiera culminado del todo su obra».

PREGUNTAS INCÓMODAS

Con estas declaraciones, la madre dejó muy claro su certeza sobre la manipulación que el padre ha ejercido en la joven, pese a que solo unas horas antes Ro reconocía que, tras la emisión de la docuserie, se ha sentado con su padre cuando lo ha «creído necesario» y ha hablado de cosas que no le han «parecido bien», unas palabras que evidencian que el relato de su progenitora le ha hecho cuestionarse cosas del pasado. Sin embargo, Rocío Carrasco no considera que su hija esté preparada para un reencuentro. Pero, ¿cómo lo sabe si hace nueve años que no la ve? Esto es lo que se preguntaba la audiencia en las redes y también Ana Rosa Quintana (65). La presentadora cuestionaba la explicación de la mujer de Fidel, que aseguraba que si algún día habla con su hija será fuera de este ámbito, preguntándose por qué antes de contar su historia en público no se la ha contado a la joven en privado. Y esto también tendría una respuesta.

Son muchas las voces que apuntan a que lo que a la hija de Rocío Jurado le falta es una petición de perdón de su hija, tal y como ha verbalizado Paloma García-Pelayo (58), como insinuó Terelu (55) hace tiempo y que la protagonista parece dejar caer asegurando que ella no le va a decir a su hija lo que tiene que hacer. En este sentido, en el programa Socialité, Maria Patiño (49) explicaba que un educador social especializado en violencia filioparental le había explicado que Rocío Flores, tras ser condenada por maltrato habitual a su madre, se negó a realizar un proceso de mediación, algo que sirve para asumir los hechos probados, y esto indicaría que no es consciente del daño que ha causado a su madre, por lo que no considera que deba pedir perdón. Para el experto, este sería también el argumento del terapeuta que ha aconsejado a la madre: no hablar con su hija hasta que no exista un reconocimiento del daño que le ha causado. Un perdón que para la periodista Paloma Barrientos tendría que ser mutuo porque, en su opinión, Carrasco debería disculparse ante sus hijos por no haberlos protegido e incluso le debería haber dicho a su hija que la perdonaba por lo sucedido, lo que la induce a pensar que cierra la puerta a una hipotética reconciliación y que «no quiere recuperarla». «Si no se escuchan, nunca va a saber si su hija le va a pedir perdón. Si esa voluntad no existe, es imposible», aseveraba Antonio Rossi (41), para el que la versión de la hija de la Jurado «no es convincente». Un aspecto en el que ahondaba también la psicóloga Ana Villarubia, quien explicaba que tras la expresión uno estar preparada» se esconde el no estar dispuesta a escuchar puntos de vista diferentes y aceptar los errores propios.

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NI RASTRO DE ¢SU ENANO

Como queda patente, las explicaciones de la mujer de Fidel Albiac han abierto aun más frentes, pero si en algo coinciden todos los que han opinado de este tema es en la ausencia de argumentos sobre el distanciamiento con su hijo, David (22), «su enano», como ella le llama cariñosamente. ¿Por qué no se habla con él? Esta pregunta no ha sido con- testada. De hecho, se evite hablar del joven en un gesto de sensibilidad hacia él, pero no hay que olvidar que fue precisamente su madre quien relaté los problemas de su embarazo y del niño al nacer, poniéndole en el punto de mira. Sin embargo, en su entrevista solo se refirió a él al hacerle partícipe de los sentimientos que le embargaban cuando sus dos hijos estaban en casa. «Yo no quiero volver a sentir pánico cuando suene el timbre porque vienen los niños, no quiero volver a tener vómitos los lunes…», explicaba. Pese a la crudeza de su relato, en todo momento Rocío insistió en que siempre ha protegido a sus hijos, que los quiere y por eso se «sacrificó» por ellos, para que no sufrieran, dejándoles crecer solo con la versión que Antonio David Flores les dio. Reconoció que piensa en su hija a diario y se siente unida a ella por un vínculo que nadie puede romper. Verla en televisión le hace daño, así que no lo hace, y no puede evitar adorar la niña que fue, que ya no existe, y en la que reconoce a la hija que trajo al mundo. «Darte cuenta de que has vivido 20 arios manipulado y engañado no debe de ser fácil», afirmaba Carrasco empatizando de algún modo con la joven y asegurando que no «perdía la esperanza» de recuperar a su hija «en algún momento de la vida».

LAS REDES SE POSICIONAN

Durante toda la entrevista de Rocío Carrasco, Twitter se inundó de mensajes que se posicionaban bien a su favor, por las explicaciones que había dado, sobre todo en relación con su hija, o en su contra, cuestionando sus palabras y defendiendo a Rocío Flores.

A FAVOR
«Entiendo que Rocío no esté preparada para hablar con su hija, ante la soberbia que muestra y su convencimiento de que a su madre no tiene que pedirle perdón por nada».

«El problema de Rocío Flores es que no deja el más mínimo margen a la duda y da toda la credibilidad a su padre».

«Rocío ante todo es madre y le ha faltado tiempo para sacar la cara por su hija, sin culparla de su actitud cuando era adolescente».

EN CONTRA
«Alguien que quiere a su hija no permite el linchamiento al que se sometió a su hija. Así pretende acercarse… más bien todo lo contrario. Acaba de hundirla para siempre».

«Me creo a Rocío Carrasco en casi godo menos en que quiere a su hija. La hija la desprecia tanto como a Antonio David. No la juzgo por ello, pero su objetivo es hundirlos».

«Lo siento, Rocio Carrasco, pero una madre SIEMPRE esté preparada para ver a un hijo».


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